Debido a que prácticamente mantienen al 100% de su población ocupada en alguna actividad, las autoridades del Centro de Reinserción Social (Cereso) de mínima peligrosidad, El Hongo II, mantienen la gobernabilidad del penal, ya que los privados de la libertad no quieren perder su estancia privilegiada.
Lo anterior lo manifestó el director del penal, Juan Pedro Quezada Jiménez. El complejo penitenciario de El Hongo, se divide en tres secciones totalmente independientes una de la otra. Se trata de El Hongo I, que es el que puede considerarse como normal, es el más antiguo, data del 2002; el Hongo II es considerado de mínima peligrosidad y cuenta por ello, con algunos privilegios para los internos.
También se encuentra El Hongo III, el más reciente, tiene un año y medio de funcionamiento y es considerado como de máxima seguridad. El funcionario estatal comentó que hasta el momento de la entrevista, El Hongo II albergaba a 835 internos, están sobrados de capacidad, ya que están acondicionados para atender a 1 mil 800, sin embargo, su capacidad máxima es de 4 mil 618 internos.
Quienes se encuentran aquí son los privados de la libertad que ya cuentan con sentencia, y que les queda como máximo 5 años para salir en libertad, expuso el director.
Aunque es un penal de mínima seguridad, eso no significa que quienes se encuentran en este lugar hayan cometido delitos menores, ya que cuentan con gente sentenciada por robo, secuestro y hasta homicidio.
Sin embargo, al estar en su etapa final de su condena, los privados de la libertad prefieren llevar la fiesta en paz, en lugar de perder algunos de los privilegios con los que gozan.
Quezada Jiménez expuso que sí se han presentado casos en los que trasladan a un privado de la libertad, de El Hongo I a El Hongo II, que quiere llegar a controlar, sin embargo, los demás internos lo calman, ya que por uno, no perderán el privilegio de ver televisión, que es algo de lo que no gozan en el otro penal. Sin embargo, si el nuevo inquilino quiere seguir haciendo de las suyas, se le envía a aislamiento.
Los reos que son en su totalidad varones, también son clasificados por tercera edad, indígenas, los que toman medicamento controlado, capacidades diferentes, diversidad sexual, así como los que tienen VIH.
LAS ACTIVIDADES
El director del penal comentó que los privados de la libertad realizan diversas actividades, incluso cuentan con una empresa maquiladora dentro de estas instalaciones, con lo que pueden ayudar a su familia, fabricando bolsas.
También cuentan con programas de alfabetización, educación primaria, secundaria, preparatoria, manualidades, deportes, además de biblioteca, tanto fija como móvil.
Cuentan además con un área especial para visita familiar, la cual se encuentra techada, además de tienda en la que se venden botanas, así como alimentos calientes. También pueden participar en los grupos religiosos, como cristianos y católicos.
LA SALUD
Quezada Jiménez expuso que la gran mayoría de los privados de la libertad tenía problemas de adicciones al ingresar al penal, es entonces que desde su internación se les ingresa a un programa de rehabilitación en El Hongo I; para cuando llegan a El Hongo II, se les aplica una segunda etapa de tratamiento.
Es por las mismas adicciones, que el 90% de los internos presenta problemas dentales, algunos muy serios, tanto, que algunos de ellos al llegar a este penal solo cuentan con las raíces de los dientes, sin embargo, bajo el auspicio del “Programa Sonrisa”, se les ha dotado de prótesis dentales.
Por otra parte, el doctor Efraín León Félix, comentó que los internos suelen enfermarse de lo mismo que la gente que se encuentra en libertad, como gastritis y colitis, por otra parte, no se han encontrado con casos de tuberculosis ni hepatitis “A”.
Incluso cuentan con 6 camas de hospital en el penal, pero en caso de presentarse un caso más grave, entonces al enfermo se le traslada al Hospital General de Tijuana.