Un variado número de cargos, entre ellos, el de Gobernador del Estado, es lo que se jugará en las urnas electrónicas del Valle Imperial este próximo 6 de noviembre, sin embargo, el alto abstencionismo es un reto que tendrán que estudiar como vencerlo.
Debra Porter, Gerente de Elecciones del Condado de Imperial informó que alrededor de 75 mil ciudadanos tendrán la posibilidad de acudir a las urnas para votar desde Gobernador del Estado, hasta integrantes del fideicomiso de varios distritos escolares.
El proceso electoral en Estados Unidos es muy diferente al de México, ya que cada casilla electoral es integrada por 4 personas, a las que se les paga a 65 dólares por la jornada.
Aún no lo han definido, pero esperan que sean los mismos sitios en los cuales se llevaron a cabo las elecciones primarias en junio.
Explicó que en una sola boleta se contendrán todos los candidatos de las elecciones y será por medio de una máquina que votará por cada cargo que esté en juego.
En total son 56 máquinas las que se instalarán en todo el Valle Imperial, las cuales, hacen el conteo de los votos y generan un archivo que será computado al final del día. También existe la opción de votar por correo, la cual es bien acogida por la población, ya que el 52 % de los votantes la eligen.
Ellos pueden llenar la boleta desde sus hogares y enviarla al correo desde mucho antes, o bien, dejarla en el City Hall de su comunidad.
Habrá personal que podrá abrir los sobres que contienen las boletas que se reciban por esta vía, hasta con 10 días de anticipación a la elección, ya que se tienen que cotejar las firmas, en caso de no haberse firmado, entonces la boleta le será regresada al votante para que pueda cumplir con todos los requisitos, y regresarla, pero podrá llegar a su destino hasta 8 días después de la jornada.
En este momento no tienen una proyección de cuánta gente acudirá a las urnas este próximo 6 de noviembre, pero tradicionalmente el Valle Imperial tiene un muy bajo porcentaje de participación, por lo que estudiarán la manera en como motivar a la gente.