Debido a que no contaba con los documentos necesarios para trabajar, Ana, una migrante de origen guatemalteco, perdió su trabajo.
La joven mujer relató que ella reside en Mexicali desde hace tres años, después de haber vivido un año más en la Ciudad de México, al igual que en Chiapas.
Ella trabajaba en un conocido asadero ubicado en el bulevar Anáhuac como mesera, donde laboró alrededor de seis meses, sin embargo, debido a que no contaba con documentos, su jefe le dio un ultimátum de que si no los tenía, debía dejar de asistir.
“Me dijo el señor que llevara mis papeles en orden y como no pude, pues ya no seguí yendo, querían un permiso, un pasaporte o algo”, comentó.
Ahora Ana tiene pareja, un mexicalense, con quien procreó su primer hijo y que debido a que nació en territorio mexicano, cuenta con los papeles que acreditan su identidad, sin embargo, le hace falta la documentación de ella y para dos de sus sobrinos que están a su cargo.
“Buscamos algún día tener nacionalidad aquí para que no nos quieran discriminar ni regresarnos para allá”, dijo la madre de familia.
Ana asistió a una feria consular que fue organizada en la Biblioteca Central Estatal. Ahí buscó el contacto con el Consulado de Guatemala, cuyas instalaciones se encuentran en Tijuana pero que este sábado instalaron un módulo de atención en la feria.
Uno de sus sobrinos sí va a la escuela en Mexicali, no obstante, al otro le hacen falta ciertos documentos que le permitan inscribirse.
Su familia decidió mudarse desde aquel país debido a que consideran que existen pocas oportunidades para tener una buena calidad de vida, lo cual Ana ve más posible lograr en México.
Su intención no es buscar el sueño americano, sino asentarse en esta ciudad fronteriza, afirmó.