Plantas que no son nativas del desierto consumen hasta 15 veces más agua

La Asociación de Biólogos de Mexicali recomienda plantar especies que pueden resistir a las altas temperaturas

Mariela Tapia | La Voz de la Frontera

  · domingo 9 de julio de 2023

Mariela Tapia | La Voz de la Frontera

Debido a que sigue acentuándose una sequía en la región como parte del cambio climático, la asociación de Biólogos de Mexicali recomendó fomentar la presencia de especies que son nativas a la zona del desierto, ya que aquellas que no lo son, pueden consumir hasta 15 veces más agua.

Carlos Roano Ornelas, tesorero de la agrupación, explicó que en la zona del desierto pueden verse paisajes hermosos y coloridos con plantas nativas, las cuales tienen un bajo requerimiento de agua al compararse con aquellas que fueron introducidas, por lo que si se cuenta con plantas nativas en el hogar, las facturas de agua se verán reducidas.

Foto: Archivo | La Voz de la Frontera

“La tendencia es que los flujos de agua del Río Colorado sigan disminuyendo, por lo tanto, es necesario que nuestras áreas verdes sean resilientes ante el cambio climático”, expresó.

Mencionó que en un estudio que se realizó en Hermosillo, Sonora, donde hay un clima similar al de Mexicali se constató cuánto es el requerimiento de agua al año de distintas plantas nativas, las cuales fueron comparadas con especies como un olivos, un yucateco y fresnos, en donde se documentó que estas últimas consumen agua de una manera más significativa que las nativas.

Dicho estudio documentó que plantas como el palo fierro, o el palo verde, necesitan entre 19 mil y 27 mil litros de agua al año, lo cual es mucho menos que lo que necesita un fresno, 93 mil litros de agua anuales, o sea, tres veces más.

El olivo negro requiere 145 mil litros anuales para su supervivencia, mientras que un yucateco, que son muy populares en Mexicali, más no nativos, requieren 411 mil litros anuales de agua, es decir, 15 veces más de lo que podría necesitar un palo verde, precisó.

Las plantas nativas tienen la ventaja de que su raíz es pivotante, lo cual significa que su raíz va a buscar profundizar y crecer hacia abajo y llegar al manto acuífero, situación opuesta con los árboles introducidos, los cuales tienen un alto requerimiento de agua.

La raíz de los introducidos es superficial, por lo que no van a profundizar y difícilmente van a llegar al manto acuífero.

“Las plantas nativas puede que los primeros años de atención después de haber sido plantados, van a requerir de agua, pero ya después, dos, cinco años después, la raíz va a profundizar lo suficiente para llegar al manto acuífero y no requerir de riegos tan constantes, ya el árbol por sí mismo se va a poder desarrollar; es mucha la diferencia de los requerimientos de agua de un árbol nativo, uno del desierto, a uno que no es nativo, que son introducidos y con altos requerimiento de agua”, manifestó.

Los beneficios

El biólogo explicó que el contar con plantas nativas en la zona urbana, esto promueve que la diversidad biológica de la fauna silvestre no solo se encuentre en ambientes no perturbados.

Foto: Jorge Galindo | La Voz de la Frontera

“Si llegaran a crear parques con plantas nativas, esto beneficiará la fauna local de los polinizadores, mariposas y colibríes, generando así una conectividad entre el entorno natural y el urbano”, añadió.

Por ejemplo, la asociación de Biólogos de Mexicali adoptó un camellón ubicado entre la calzada Independencia y la Calzada Macristy de Hermosillo, en donde han colocado especies nativas, lo cual les ha permitido observar polinizadores que antes solo veía en ecosistemas no perturbados.

“Están llegando mariposas, polillas que son nativas, como la vanessa, una mariposa migratoria, la mariposa reina, una esfinge rústica y muchas otras”, finalizó el biólogo.