Al sector restaurantero preocupa que en el Congreso del Estado se esté proyectando la creación de un impuesto para las empresas que se dedican al reparto de comida a domicilio, lo cual terminaría de rematar a los establecimientos que a duras penas está sobreviviendo económicamente la pandemia generada por el Covid-19.
Miguel Ángel Torres, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados de Mexicali, abundó que está en discusión este nuevo impuesto que se cobraría a plataformas electrónicas que permiten la distribución de comida a los hogares de los comensales, tales como son Rappi y Uber Eats.
El empresario mencionó que se ha acercado con diputados locales para pedirles que se revise este tema y se evite su creación, al menos hasta que culmine la etapa más difícil de la pandemia que no solo es un problema a nivel local, sino nacional.
“Estamos sobreviviendo a duras penas con el 15% de ventas y todavía querer cobrar un impuesto a la comida para llevar, es una burla”.
Por lo pronto dijo conocer que el impuesto se proyecta solamente en las plataformas, pero de manera consecuente estas les cobrará más a los restauranteros por sus servicios, quienes de aprobar el impuesto, deberán incrementar sus precios.
“Con esto nos van a terminar de aniquilar, entiendo que quieran fiscalizar ese tipo de plataformas, son nuevas, estoy de acuerdo, pero no ahorita, en medio de una pandemia”.
Mencionó que a la fecha el 50% de las pocas ventas que tienen se trata de servicios que pide el cliente a domicilio, mientras que la otra mitad se trata de personas que recogen sus pedidos en los establecimientos.
“Entiendo su preocupación por fiscalizar algo nuevo pero creo que no es el momento, lo discutimos ya que pase esta situación; ahora no es momento de aumentar o crear ningún tipo de impuestos”.