El que la reforma para la eliminación del “outsourcing” o subcontratación, pueda entrar en vigor el 1 de enero del 2022, le dará un respiro a las empresas que ya se encuentran muy golpeadas por la actual crisis económica, además de la falta de apoyos a los empresarios por parte del gobierno federal, de lo contrario, se pone en riesgo más de 3 millones de empleos.
Lo anterior lo manifestó la senadora por Baja California, Gina Andrea Cruz Blackledge, al presentar una reserva en la sesión extraordinaria realizada en modalidad virtual, que tuvo lugar el viernes, sobre la eliminación del “outsourcing”, que entraría en vigor este domingo, pero a la que finalmente se le dio un mes más.
Por lo anterior, la Senadora por Acción Nacional propuso en la sesión plenaria extraordinaria realizada el viernes 30 de julio, en modalidad virtual, que el plazo para la implementación de la reforma se extienda hasta el 1 de enero de 2022.
“Con esta prórroga que atiende a las necesidades de los sectores productivos, estaríamos protegiendo poco más de 3 millones de empleos, y con ello, apoyando a millones de familias que dependen de ellos”.
Gina Cruz observó que ante la crisis económica y la falta de apoyos gubernamentales no pueden seguir golpeando al sector empresarial con reformas improvisadas.
“Sabemos que el presidente no simpatiza precisamente con las y los empresarios y defiende la idea nostálgica y errónea de que el gobierno genera prosperidad, riqueza y empleos.
“Estas ideas, propias del siglo pasado son hoy radicalmente falsas. Son las y los emprendedores quienes detonan el crecimiento de una nación y quienes abren fuentes de empleo”.
De haberse extendido el plazo de la reforma, se le podría haber dado al sector empresarial el respiro que tanto necesitan hoy en día, expuso la legisladora albiazul.
“Al aprobar esta reserva, estaríamos apoyando a millones de familias que viven de esquemas de outsourcing, así como a empresas que dependen de este esquema de contratación para sobrevivir en medio de la peor crisis de nuestra historia”.
Expresó que el prestigio del Senado está de nuevo en cuestión, ante una reforma en la que no se consideraron debidamente los plazos adecuados para su correcta implementación.
Más grave aún es que no se haya escuchado a las y los principales afectados por la reforma. El sector productivo, una vez más, ha sido ignorado e incluso despreciado y ya no hablemos de las y los trabajadores.
Las voces que nos decían que se requería más tiempo no fueron escuchadas y en su lugar solo encontramos terquedad y cerrazón, señaló.