El problema del embargo y de la prohibición de las artes de pesca en el Alto Golfo de California continúa, por eso la gente ha tenido que salir a pescar bajo amparos, manifestó el presidente de la Federación de Cooperativas de Pescadores Ribereños de San Felipe, Lorenzo García Carrillo.
Desde el 2015, el gobierno federal implementó una zona de exclusión a la pesca que duraría 2 años, con el fin de proteger la vaquita marina, pero con el tiempo este polígono fue creciendo e incluso se prohibieron las artes de pesca que utilizan los pescadores de San Felipe, para proteger a la especie endémica que se encuentra en peligro de extinción.
Paralelamente, se puso en auge el comercio ilegal del buche de totoaba, realizado por pescadores furtivos que colocaban redes ilegales en el polígono de exclusión, llegando esto a tensar la relación entre elementos de la Marina y pescadores regulares.
Por otra parte, Estados Unidos impuso un embargo a los productos del mar de San Felipe, alegando que no estaban cuidando el ecosistema, con ello, no podían exportar pescado ni camarón a aquel país.
COLOCAN RETENES
García Carrillo comentó que sí ha habido mucha presencia de las autoridades para inhibir la pesca ilegal, ya que se han colocado retenes por parte de la Secretaría de Pesca (Sepesca), la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y Capitanía de Puerto, entre otras instancias.
“Nosotros no tenemos nada en contra, al contrario, que hagan la chamba porque nosotros tratamos de estar lo mejor o lo más formal posible, con todos nuestros documentos para poder hacer nuestra pesquería día con día.
“En lo que respecta a las artes de pesca, seguimos en lo mismo, igual, nosotros seguimos trabajando por medio de un amparo, entonces mientras tengamos el amparo, tenemos vida, porque el 80% de nuestras artes de pesca principales, de nuestras pesquerías, son las que nos están prohibiendo”.
SIN OPORTUNIDAD
García Carrillo expuso que esto es un tema que lleva años, ya que sus artes de pesca son selectivas, principalmente en el tema del camarón, por lo que no les han dado oportunidad de probar lo que sostienen.
“Últimamente estamos viendo si podemos meter cámaras en nuestras embarcaciones, para que se vea realmente si somos o no culpables de las pesquerías que nos acusan; nosotros sabemos que vamos a salir librados de esa porque… o sea, al poner las cámaras nos estamos arriesgando y sabemos que vamos a salir bien”.
Solo que este es un tema costoso, entonces verán la posibilidad de que las autoridades o las organizaciones de la sociedad civil paguen las cámaras, y entonces podrán seguir con este proyecto.
CALMA EXTRANJERA
Con respecto a la embarcación de la organización internacional Sea Shepperd, dedicada a cuidar los mares, comentó que estos han estado más relajados y tranquilos contra el pescador; no saben si es por el embargo u otra situación.
“Aunque las autoridades mexicanas sí han estado haciendo su trabajo cuidando el tema del cero tolerancia, que yo sepa, ha habido un decomiso de artes de pesca algo considerable, como han estado reportando; igual, los pescadores nos hemos dado cuenta cuando se quejan de que les quitaron sus artes de pesca, que no estaban dentro del cero tolerancia”.
Es decir, mientras sean autoridades mexicanas, no tienen mucho que pelear; el problema de los pescadores es cuando llega alguien ajeno, de otro país, y quieran ser estos, juez y parte, aseveró García Carrillo.