Al no existir pesca legal, toda la producción que se obtuvo en los últimos meses del año pasado no fue registrado, pero se estima que fue entre 200 y 300 toneladas.
El representante de las cooperativas pesqueras del Golfo Carlos Tirado Pineda, informó que nadie de los pescadores arribó, no existen datos oficiales acerca de la captura del crustáceo.
“Puede haber un estimado, entre 200 y 300 toneladas, porque no todo el sector está pescando, ya que un 39 a 40 por ciento lo hacía”.
Agregó que, si todo el sector pesquero participa en la actividad, fácilmente se obtendrían las 500 toneladas que habitualmente se logran en la temporada.
“Quien tiene tres a cinco embarcaciones, solamente pescaban una o dos, por eso digo que no todos pescaban”.
Dijo que nunca llegaron al Golfo autoridades del gobierno federal para supervisar o sancionar la pesca, a pesar que hubo aviso de que estarían presentes.
Expresó que incluso, antes de que iniciara la temporada, hubo varias reuniones con el gobierno federal para buscar una solución con la red de “línea” (que está prohibida), pero ellos no pudieron lograr el objetivo de subirla a otra escala para pescar, por eso se usaron las que no están permitidas.
Indicó que todos los pescadores son considerados ilegales, porque no tuvieron otra alternativa.
“Las consecuencias las pagamos con el precio, en estos momentos se encuentra 220 pesos el hilo, cuando podría estar fácilmente al doble (20 dólares), en el mercado nacional que es donde se vende el producto, lo adquieren más barato”.
Comentóؚ que muchos compradores se aprovechan de la situación y lo adquieren a un precio menor a lo que se debería.
En cuanto al mercado internacional, prácticamente lo tienen cerrado, porque Estados Unidos no compra camarón producido en el Golfo, a pesar de que saben que es de buena calidad.
“Hay una compañía en México que tiene una conducta muy ética que compra camarón, porque tiene el temor de que los vayan a sorprender con el producto y pudieran ser castigadas; por eso estamos a un paso de un posible embargo camaronero de parte de Estados Unidos”.
Manifestó que esto sucedería porque el gobierno mexicano no ha podido o no ha querido atender el problema de la vaquita marina y de la totoaba.