En menos de dos años, María del Rosario Gutiérrez Urías, se volvió casi experta en identificar huesos, olores y los rastros que puede dejar un cuerpo humano que es calcinado.
El conocimiento lo adquirió al sumarse a los colectivos de búsqueda a raíz de la desaparición de su hijo, Jesús Gabriel López Gutiérrez, visto por última vez en Guaymas, Sonora en 2020.
María del Rosario también perdió el temor a escarbar y encontrar restos humanos, hoy los considera tesoros.
“Tuve fuertes impresiones pero perdemos el miedo, lloramos pero nos alegramos porque es alguien que va a regresar a casa”.
María del Rosario vino desde Guaymas a Mexicali porque hoy no solo busca a su hijo sino a todos los demás desaparecidos.