Aunque en Baja California sí hay un compromiso por parte de las autoridades en atender a las personas que padecen el Trastorno del Espectro Autista (TEA), para la especialista Iliana Rivas Ahumada, la demanda es mayor a las ofertas que hay en la entidad para atender a este sector.

La fundadora de Jardín Interior Centro Especializado en Autismo, explicó que sí se aplican leyes para proteger los derechos de las personas autistas, sin embargo, no es suficiente la oferta en proporción a la realidad que existe en la entidad y en el país.

Dijo que es positivo que en la entidad existan el CRIT Baja California, así como 57 Centros de Atención Múltiple a lo largo del Estado para atender este y otros trastornos, no obstante, desde el centro que encabeza percibe que cada vez más hay más personas que requieren atención.

Por ejemplo, dijo que en el 2016, en Jardín Interior recibían alrededor de cuatro nuevos pacientes por semana, cuando este 2022, han recibido en promedio 6 pacientes nuevos que necesitan un diagnóstico certero.

“Aunque haya centros de autismo por parte del estado y tengan atención especializada, es insuficiente para los nacimientos que se están dando”

Las cifras

En la entidad y en general en el país y en el mundo varían las cifras respecto a cuántas personas hay identificadas con autismo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se calcula que en todo el mundo, uno de cada 160 niños tiene un Trastorno del Espectro Autista.

En cambio, en México, se considera que 1 de cada 115 personas nace con autismo en este país, de acuerdo con estudios de la fundación Autism Speaks.

Cabe señalar que a nivel estatal o municipal no hay una cifra exacta sobre cuánta población existe con autismo.

De acuerdo con el censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía realizado en el 2020, en Baja California existen 38 mil 599 personas con algún problema o condicion mental, entre los que se considera el Autismo, Síndrome de Down, esquizofrenia, entre otros.

No hay que temer a las tecnologías

Para responder a esta necesidad que existe por parte de las familias que cuentan con un ser querido con autismo, dijo que por el contrario, la posibilidad de conectarse en línea para recibir terapias es una opción viable, con el fin de que estas personas no dejen de trabajar en su desarrollo.

La pandemia del Covid-19 generó que en general toda la población dependiera más de las tecnologías para conocer más de el mundo e incluso trabajar, estudiar o en este caso, la asociación civil que dirige continúo con sus terapias de manera virtual.

“En lugar que el Covid nos alejara del servicio de la salud mental, el Covid nos acercó a las familias que tienen un padecimiento de salud a través de las videoconferencias”.

El uso de redes sociales

La especialista y madre de un joven autista, opinó que las plataformas disponibles para conectarse con el resto de las personas, en general han servido para difundir la información referente al TEA, lo cual consideró que solo lo hacen para que el resto de las personas conozca más sobre la población autista.

Hoy en día hay madres y padres de familia, abuelos, hermanos y tíos que hablan de ello en plataformas como Tik Tok, Facebook, Instagram, entre otras, lo cual Rivas Ahumada considera que lo hacen con las mejores intenciones para concientizar sobre el tema.

“Es responsabilidad de cada familia y de cada persona, escoger la plataforma que desee para difundirse y para sensibilizar y crear conciencia, en ningún momento pienso yo que las redes sociales y las distintas plataformas como Tik Tok, Facebook, Instagram, que tienen imagen, no creo yo que las personas actúen de mala fe, por la experiencia que tengo de 24 años de trabajar con personas con autismo de los diferentes grados”.

“Cada padre de familia elige cómo va a transmitir el mensaje de sensibilizar y concientizar a la comunidad sobre la discapacidad del espectro del autismo que tiene su familiar”.

La importancia de la interacción

Las personas con el espectro autista que cambiaron su manera de aprender durante la pandemia, han acrecentado sus niveles de ansiedad y depresión, puesto que disminuyó su habilidad para seguir instrucciones, sus habilidades sociales y de comunicación, refirió Rivas Ahumada.

Por ejemplo, tanto los estudiantes de educación regular como los que son atendidos en Centros de Atención Múltiple, sí continuaron recibiendo clases a distancia, sin embargo, esta era solamente a través de mensajes de texto, en donde se enviaban de esa manera las evidencias de la realización de las tareas y los familiares solo debían enviar una foto demostrando que se logró la tarea.

“Las personas con autismo y con cualquier otra discapacidad son meramente visuales y auditivas, porque tienen un problema de integración sensorial y las personas necesitan ver, necesitan oír y tener integrados sus sentidos”.

Cómo identificarlo

La especialista dijo que es necesario hacer una detección oportuna para que quien lo padezca, inicie un tratamiento lo más pronto posible y de esta manera mejore su calidad de vida.

Idealmente, el diagnóstico debe realizarse entre los 12 y 36 meses de edad. Si su hijo presenta características como el aleteo de brazos, camina de puntitas, corre en círculos, aplaude, no responde por su nombre y no mide el peligro, puede que padezca el Trastorno del Espectro Austista.

“Estos son los focos rojos que debe considerar una familia para llevar a su hijo a llevar un diagnóstico”

La población autista tiene problemas del lenguaje y de aprendizaje y además sufren de comorbilidades, a lo largo de su vida, como la falta de control de esfínteres, trastornos del sueño, trastornos alimenticios, epilepsia, problemas inmunológicos y gastrointestinales.

Los grados de autismo

Existen tres grados de autismo, informó la especialista. El grado uno, o leve, es el que necesita una menor asistencia para poder realizar distintas actividades. Los que tienen este grado, pueden ser incluidos de una manera más sencilla en espacios públicos y privados, como lo es en escuelas y en el ámbito laboral.

Estas personas tienen sexualidad, por lo que pueden casarse y reproducirse, aunque también presentan problemas de comunicación y socialización.

El grado 2 de autismo, o también llamado moderado, tienen mayores problemas que los del nivel 1 en el proceso de aprendizaje, de comunicación y requieren más ayuda para poder realizar distintas actividades.

El grado 3, es el grado más severo, en el cual hay un fuerte problema de socialización, comunicación, lenguaje y de aprendizaje.

Rivas destacó que en cualquiera de los tres grados las personas autistas pueden presentar conductas disruptivas, es decir, actitudes antisociales.