Para José Páez vale el sacrificio no estar en su casa, por dar seguridad

Esta noche deja a su familia consanguínea, al salir de casa y llega a su estación de Policía

DULCE MARÍA DÍAZ

  · lunes 24 de diciembre de 2018

En el transcurso de 28 años de servicio en la Policía Municipal, José Luis Páez Morales, jefe de turno de la estación Industrial, ha pasado la mayor parte de las festividades de Navidad y Fin de Año fuera de casa, un sacrificio que queda compensado al saber que con su trabajo da seguridad, tanto a su familias como a los demás mexicalenses.

Desde la Academia de Policía se sabe que muchas de las festividades tradicionales serán diferentes, declaró el agente, quien al salir de su hogar cada 24 de diciembre ve cómo su familia, a pesar de que él no estará ahí, está segura y tiene todo lo necesario para disfrutar de la Nochebuena.

“Me ha tocado trabajar la mayoría de los años, en la calle, sirviendo a la comunidad; el despedirte de tu familia, ver la mesa servida, así lo dejamos, esperando Dios nos dé la suerte de poder regresar y encontrarla de nuevo y al regresar encontrar esa mesa tal vez ya no tan servida como en la noche, pero el hallarlos con bien, te das cuenta que valió el sacrificio”.

A pesar de dejar a su familia consanguínea, al salir de casa, llegará a su estación de Policía para encontrar a su familia laboral, con la cual también disfruta y comparte una cena a base de tamales y champurrado que los altos mandos de esta Dirección les hacen llegar a cada punto de auxilio vial.

Además, relata, hay ciudadanos que al ver la labor que hacen para salvaguardar la vida de los mexicalenses, les llevan también alimentos como una forma de agradecer el trabajo que hacen.

“A las 12:00 de la noche, nuestro director emite unas palabras al personal vía radio y después viene la cena en familia de la Policía, porque somos eso, una familia que a pesar de que estamos prestando un servicio a la comunidad, tenemos un tiempo para compartir y es muy satisfactorio”, destaca Páez Morales.

Agrega que también es satisfactorio cuando el ciudadano se acerca al policía a reconocer su labor, su sacrificio de no estar en su casa y le acerca un detalle, ya sea en cena o bebida y de esa forma los alienta a seguir adelante.