Aunque siempre tuvo la inquietud de conocer más de la educación especial, Miguel Ángel Montaño Hernández respondió al llamado de estudiar una maestría especializada en dicha área hasta que nació su hijo, Tomás, quien padece síndrome de Down.
Miguel, quien ya era docente, consideró que fue un llamado oficial de Dios que su hijo naciera con esta condición, por lo que después de que nació “Tomasín”, como le dicen sus seres queridos, culminó sus estudios en dicha área. Pese que cuenta con un mayor conocimiento en la materia sobre cómo tratar a los que tienen este síndrome, para el padre de familia la herramienta más importante para enfrentar este padecimiento, es la paciencia.
Gracias a Tomás también ha aprendido de la sensibilidad que hay que tener para tratarlo, lo cual ha logrado con apoyo de su familia, particularmente de su esposa, Bertha Montijo, quien desde que “Tomasín” era muy pequeño tuvo que darle especial atención a su salud, toda vez que nació con muchos problemas respiratorios, además de un soplo en el corazón.
En un tema tan complejo como lo es síndrome de Down, muchos padres de familia discrepan en lo que es lo mejor para los que tienen hijos que lo padecen, sin embargo la clave es hacerlo todo juntos.
SOBRE TOMÁS
Tomás tiene 12 años y está inscrito en el Centro de Atención Múltiple (CAM) “Jorge Luis Borges”, en donde todo lo que hace le gusta y le divierte.
Sus actividades favoritas, son jugar con pelotas, ya que juega beisbol y futbol.
Según comentaron sus papás, una de las características principales de su personalidad es que es un chico perseverante.