La nueva reforma energética que está impulsando el presidente, Andrés Manuel López Obrador, es agresiva al darle más poder a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la cual no fomenta la sana competitividad, el uso de las energías renovables y consecuentemente no va de acuerdo a las políticas del T-MEC, así lo explicó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación en Mexicali (Canacintra), Alberto Sánchez Torres.
En esta nueva iniciativa de ley promovida por el Ejecutivo Federal, sus alcances son radicales, explico, pues en ella la CFE mantendrá el control del 56% del total de la energía del país, dejando solo el 44% restante para los contratos con generadores de energía privados.
La propuesta modifica el criterio de despacho de la energía y cancela los contratos con las instancias privadas, además de que elimina a la Comisión Reguladora de Energía y a la Comisión Nacional de Hidrocarburos, facultades que se le dan a la CFE.
Por otra parte, al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) si bien no lo elimina en su totalidad pero lo incorpora a la CFE. Una novedad es que la propuesta también contempla se le suma la explotación del litio, que quedaría en manos del estado.
“La CFE sería ahora una sola empresa y va a tener dentro de sí al Cenace y desapareciendo la CRE, con esta desaparición, obviamente se van todos los permisos que estaban ahí en espera de trámite para nuevas generaciones, para el tema de explotación del gas natural, transferencia, distribución, etcétera, todos esos proyectos van a desaparecer y se tendrán que someter a los nuevos lineamientos que ponga CFE”.
La reforma también repercute en lo ambiental, afirmó, pues elimina los Certificados de Energía Limpia (CEL), cuyo objetivo era que los generadores y consumidores tuvieran que migrar a fuentes renovables en cierta parte de su consumo para impulsar las políticas en atención al cambio climático, lo cual no va de acuerdo a lo que se comprometió el país en el Tratado México Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“Por el contrario (la reforma) busca privilegiar el despacho de las energías que produce CFE que no son las más limpias hoy en día, con mucha explotación de hidrocarburo, de combustóleo, esto obviamente va a afectar los compromisos y acuerdos que tiene México en el cambio climático y en el T-MEC, porque al cancelar la participación de los contratos privados, esto definitivamente impactaría fuertemente al T-MEC”.
En lo general, Sánchez Torres dijo que es positivo desear que la CFE sea de una empresa de clase mundial, sin embargo esta al tener una alta carga burocrática solo hace que sea más costosa de operar y consecuentemente, ésta presta un servicio a un alto costo.
“Se tendrían que cambiar primeramente muchas cosas al interior de la estructura de CFE para buscar hacerla más eficiente antes de querer crear este monopolio de energía dentro de nuestro país y forzar a todos a tengamos que comprar energía cara, energía sucia, en pro de darle un beneficio a CFE”.
“Esto es un duro golpe a la competitividad que van a sufrir todos los mexicanos, desde las empresas pequeñas hasta las más grandes, dado que no es secreto que CFE al día de hoy es de las que genera energía a un costo más alto”.