Para beneficiar a Baja California, las autoridades deben atraer nuevas inversiones extranjeras, cumplir con el tratado comercial y tener una nueva zona económica para el 2021 con la finalidad de generar un crecimiento económico en la región, consideró Alejandro Díaz Bautista, economista internacional.
Precisó que de acuerdo a los datos oficiales del Registro Nacional de Inversión Extranjera (RNIE) de la Secretaría de Economía federal, la inversión extranjera directa (IED) en Baja California tuvo una reducción de 54.5% anual en 2020 en comparación a la captada durante el 2019, por lo que debe de incentivarse alguna manera de mejorar situación económica post Covid-19.
El también profesor e investigador del Colegio de la Frontera Norte manifestó que la competitividad en la entidad puede estar basada en una zona económica para poder seguir siendo uno de los principales destinos de inversión en México.
“El análisis económico nos muestra que las excesivas normas y operación de las aduanas y regulaciones del mercado laboral, así como los trámites y requerimientos legales para empezar nuevos negocios, son barreras que desalientan la inversión extranjera y nacional y la creación de empleos formales y limitan el desarrollo de nuevos sectores y actividades”.
Refirió que en México, hay como antecedente los esquemas de Desarrollos Portuarios, Zonas Libres y Franjas Fronterizas, mientras que las zonas económicas estratégicas que actualmente operan en el mundo parten del concepto dinámico de promover actividades que crean empleos y que generan el desarrollo económico regional.
Las zonas económicas estratégicas representan un modelo de éxito en varias partes del mundo, puntualizó, como lo ha sido en China.
“Hasta hoy en los lugares donde se han instalado las zonas económicas estratégicas, se ha impulsado el comercio local y la atracción de inversiones, lo que en automático se convierte en más y mejores empleos y en mayor derrama económica, y por ende en un mejor nivel de vida”.
Por ello, consideró que la entidad y las autoridades deberían realizar una agenda de reformas económicas y de políticas públicas que fomenten el crecimiento económico del estado.
La aplicación de una zona económica estratégica en Baja California tendría impactos positivos en el empleo, dijo el experto, así como en el Producto Interno Bruto y en la recaudación fiscal mediante la desgravación arancelaria, la innovación tecnológica con el impulso de los clústers o agrupamientos empresariales y los incentivos fiscales.
“El análisis de política económica nos indica que las regiones que han logrado atraer inversión extranjera directa cuentan con una economía competitiva basada en instituciones confiables, bajos niveles de corrupción y con un derecho a la propiedad privada bien protegido por las leyes”.
Sobre todo, consideró que se debe de aprovechar las ventajas comparativas que tiene Baja California para la inversión respecto a otros estados, pues cuenta con una posición geográfica estratégica, un acceso directo y sin aranceles al mercado de los Estados Unidos y una fuerza laboral joven, preparada y altamente calificada, así como la estabilidad económica que ha sido preservada en el estado.
“Las condiciones de competitividad, en términos de costo de manufacturas, colocan a Baja California en una posición inigualable para generar empleos en estos momentos”.
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