México requiere pasar de una democracia electoral, a una democracia deliberativa, y la reforma electoral que se está proponiendo es el primer paso para lograrlo, manifestó el politólogo Fernando González Reynoso.
En los próximos días, se estará discutiendo en el Congreso de la Unión, una serie de iniciativas, entre ellas la enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, con miras a una reforma electoral, en la que se plantea la transformación del Instituto Nacional Electoral (INE), para que sus integrantes sean electos por el voto popular, entre otras.
El ex catedrático de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), mencionó que mucha gente no ha entendido de qué es lo que se trata esta reforma electoral, ya que no desaparecerá el INE, solo cambiaría de nombre.
González Reynoso comentó que el problema que ve en el INE, son los altos salarios de los consejeros, similar situación sucede en los organismos electorales locales, como el Instituto Estatal Electoral (IEE), y estos son controlados por los gobernadores.
El ex catedrático recordó que desde la presidencia de Francisco I. Madero (1911-1913), y el resto del pasado siglo, México estuvo luchando por una democracia electoral, mientras que en Europa, después de conseguir esta, pasaron a la democracia participativa.
“En la democracia participativa, no solamente vas a votar si no que también participas en las políticas públicas y en las de gobierno. Es decir, hay la democracia participativa incluye a otras figuras como es el plebiscito, es decir, si no te gusta una obra de un gobierno municipal, puedes opinar.
“En el referéndum, si no se gusta una ley, es un contrapeso contra los poderes, del Poder Legislativo, principalmente”.
“Mi propuesta es que todos los puestos de elección, sean revocables, no nomás el presidente, también los diputados, ya que para garantizar un buen gobierno, te dan incentivos, si tú eres buen diputado, te pueden reelegir, pero no hay contrapesos, lo mismo los regidores, es decir, el contrapeso debe ser la revocación”.
La tercera fase de la democracia es la “democracia deliberativa”, un ejemplo de ello se dio en Francia, cuando el gobierno subió el precio de la gasolina, el grupo de los chalecos amarillos llamó a un paro, se pusieron de acuerdo, un día y a una misma hora, se detuvieron algo así como 15 mil autos, por lo que tuvieron que echar atrás el aumento.
“Es decir, debemos de salir de la democracia electoral, pasar a una democracia participativa, y en 10 años a más tardar, pasar a una democracia deliberativa, que es realmente el poder ciudadano”.
Uno de los aspectos negativos de la reforma electoral propuesta es la de solo dar presupuesto a los partidos políticos en época electoral, ya que se hacen mafias dentro de estos, el peligro es que al no tener financiamiento en años no electorales, pueden entrar a estos grupos de interés, o el propio narcotraficante dentro de la zona, aprovechando la propia estructura del partido.
Además, en la propuesta de reforma no contempla una nueva política pública para lo que es la formación política, ya que el poder político debe ser un asunto de todos, por lo que las democracias participativas deben fungir como correctivo y contrapeso a los gobiernos.