Para evitar la obstaculización a la lectura, es necesario luchar contra el tiempo muerto que deben hacer los ciudadanos al realizar sus actividades diarias y los altos costos de los libros, afirmó Paco Ignacio Taibo II, escritor y actual director del Fondo de Cultura Económica.
Al dar una atención a medios de comunicación antes de asistir a la inauguración de la Feria del Libro de la Universidad Autónoma de Baja California, refirió que uno de los principales problemas que debió afrontar como titular del grupo editorial que representa, es buscar la forma de que volver verdaderamente económico para los lectores adquirir un libro, por lo que se determinó disminuir su precio y deshacerse de todos aquellos que tenían en bodegas.“Un libro en bodega vale cero, el libro se vuelve real cuando alguien lo compra y lo lee, ¿entonces qué sentido tiene (tenerlo guardado)?”Tan solo en las últimas cuatro semanas siete libros han disminuido su precio, teniendo el más caro un costo de 20 pesos y el más barato 11 pesos.“
Revisamos cuánto les costó esos libros, reducirle el precio al máximo para poder entrar al mercado real, entonces pudieron bajar 1 mil 200 libros, y no perdemos dinero, lo que pasa es que ganamos menos, pero además ¿quién quiere vender libros de 380 pesos?, es un crimen para el lector”.Aunque hay quienes opinan que el bajo costo de los libros no es suficiente para fomentar la lectura, Taibo consideró que también se deben de facilitar las condiciones para leer en el transporte público, siendo que es donde la mayor parte de la gente pierde su tiempo y consecuentemente, su vida.
“Y te contesta la caterva de 'fifís' diciendo, no el precio de los libros no es, pues para ti que tienes dinero pa’ comprarlos, pero el adolescente que llega a comprarse la Rama Dorada de (James George) Frazer para estudiar antropología descubre que el fondo lo vende en 380 pesos, que yo recuerde, eso es cuatro comidas chafas, ¡un libro! Pues no se vale, lo bajamos a la mitad.”Por ejemplo, fijo que el Fondo de Cultura Económica tiene planes de consolidar un convenio con el Issste para dejar la colección de libros “Vientos del Pueblo” en las salas de espera de 100 hospitales, de tal forma en que la gente pueda leerlos mientras espera.
“De por si la hora de espera en el hospital es bien dolorosa, no? La angustia, el paciente, el que va a pasar, que alivie la lectura, ojalá esto salga la próxima semana”.