Con apenas unas horas de vida, los bebés cuyas madres que no interrumpieron en el embarazo el consumo de sustancias adictivas, experimentan un síndrome de abstinencia que los lleva a tener dificultades para respirar además de ser altamente sensibles al ruido o la luz.
Los médicos del Hospital Materno Infantil de Mexicali (HMI) detectan mensualmente por lo menos a seis niños con este diagnóstico que los lleva a permanecer durante semanas en el área de Terapia Intensiva.
De enero a abril de este año, el nosocomio ha encontrado positivos a drogas a 24 recién nacidos; el año pasado, hasta septiembre, fueron 68 los que padecieron el síndrome de abstinencia al nacer.
Cid Bravo Cortés, responsable del servicio de Neonatología en la institución, informó que cuando hay rasgos que hacen sospechar del consumo de drogas en las embarazadas se realizan pruebas de antidoping que evidencian principalmente el consumo de metanfetamina y heroína.
“Hay casos en los que batallan para respirar, presentan crisis convulsivas y tienen que llevarse hasta a un ventilador mecánico en la terapia intensiva, a veces tienen también trastornos en la sangre”.
A estos bebés se les reserva una zona especial dentro del área de terapia intensiva, pues deben tener un ambiente más tranquilo en cuanto al ruido e incluso con luz tenue.