En lo que fue el segundo día de la temporada vacacional en San Felipe, los visitantes paulatinamente llenaron el malecón, en compañía de su familia, amigos parejas, disfrutando del buen clima, así como de la música de banda.
Con una temperatura de alrededor de los 23 grados centígrados, un cielo medio nublado, y un viento fresco, las condiciones eran ideales para un paseo por la playa o por el malecón, comer mariscos al aire libre o simplemente ver la mercancía que ofrecen los vendedores ambulantes y los puestos de curios.
El ingreso al malecón estaba condicionado a una cosa, el no ingreso de envases de vidrio, por lo que las revisiones a las hieleras fueron constantes por parte de la Policía Municipal, que incluso llegó a decomisar algunas botellas de cerveza, todo esto para garantizar la seguridad y la convivencia familiar.
La playa se encontraba inundada de carpas que cobraban 600 pesos el día, y estas abarrotadas de personas que acamparon en la arena para convivir con la familia.
Los paseos en banana y en sombrero no podían faltar, siendo altamente solicitados por los amantes de las emociones fuertes.
El ritmo, la música y la alegría imperaron en lo que fue el viernes Santo en el malecón sanfelipense, aunque en medio de este ambiente, no faltó la procesión de la pasión de Cristo, caracterizada por un actor que cruzaba la ciudad cargando su cruz para recordarnos el significado de estas fechas.