Phoenix, Arizona.- Una mujer, que se encontraba en estado vegetativo desde hace más de 10 años luego de casi ahogarse, dio a luz el 29 de diciembre.
Su identidad no se ha dado a conocer y no se sabe si tiene algún familiar o tutor. Tampoco se tiene información sobre si el personal de la clínica Hacienda de Los Ángeles donde se encontraba hospitalizada sabía del embarazo o se enteró hasta el nacimiento. El pasado martes la policía local entregó órdenes judiciales para que todos los varones que trabajan en el centro médico entreguen muestras de ADN, luego de que una paciente en estado vegetativo desde hace años dio a luz, lo que provocó investigaciones por parte de las agencias estatales y destacó las preocupaciones de seguridad de los pacientes que están gravemente discapacitados o incapacitados.
La clínica privada Hacienda HealthCare manifestó que veía con buenos ojos las pruebas de ADN a sus empleados. "Continuaremos cooperando con la policía de Phoenix y con las demás agencias de investigación para descubrir lo que sucedió en esta situación profundamente perturbadora, pero sin precedentes", dijo la compañía en un comunicado. "Haremos todo lo que esté en nuestras manos para garantizar la seguridad de cada uno de nuestros pacientes y empleados", agregó Orman. El director general de Hacienda, Bill Timmons, renunció el lunes, dijo el portavoz David Leibowitz. La decisión fue aceptada de forma unánime por la junta de directivos de la empresa. En tanto, la policía de Phoenix ha rechazado comentar al respecto. La base de datos en línea del estado para centros de atención médica muestra varias quejas sobre Hacienda de Los Ángeles que datan de 2013. La mayoría de ellas está relacionada con simulacros de incendio y la preparación para evacuar el inmueble o la elegibilidad para el Medicaid, el programa gubernamental de asistencia médica para pobres o discapacitados.
Sin embargo, una queja de diciembre de 2013 expone una acusación de que un miembro del personal hizo comentarios sexuales inapropiados sobre cuatro pacientes dos meses antes. Nadie remitió los incidentes a un administrador. Posteriormente, el empleado fue despedido.