La instalación de una nueva molinera en el Valle de Mexicali solo será viable si existe una correcta comercialización, y que haya un apoyo al trigo harinero, manifestó el ex diputado federal y ex dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en el estado, Benjamín Castillo Valdez.
Recientemente, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural del estado, Juan Meléndrez Espinoza, informó sobre la instalación de un molino en el Valle de Mexicali, que requerirá de la cosecha de alrededor de 30 mil hectáreas de trigo panificable o harinero.
Lo anterior, viene a aliviar la situación de los productores de trigo de la región, ya que el mercado internacional de granos se encuentra muy deprimido, como en el caso del cristalino, que es para la elaboración de pastas y que es el que se siembra en mayos cantidad en el Valle de Mexicali.
En cambio, el trigo panificable cuenta con un apoyo del gobierno federal, situando su precio por encima de los 7 mil pesos por tonelada.
Castillo Valdez, productor de trigo, opinó que la comercialización es la base del éxito de la molinera, y a diferencia de este proyecto, hay algunos productores que cuentan con centros de acopio de trigo cristalino, es decir, solo juntaban, otras empresas son las que se encargan de comercializar.
Mencionó que el trigo cristalino no cuenta con apoyos del gobierno, ya que consideran que no es para alimento, ya que se exporta, no es para consumo de los mexicanos.
Uno de los problemas del trigo cristalino es la comercialización, sacarlo del estado, ya que en la entidad no existe la capacidad suficiente para su consumo.
Un caso parecido es el del trigo harinero, ya que solo hay 2 molinos en la región, que es la harinera Del Rosal, y la Bonfil, por lo que, si sembraran 60 mil hectáreas, estas empresas no tendrían la capacidad de comprarles el producto.
Sin embargo, la instalación de esta nueva empresa harinera es muy importante para los agricultores, sobre todo si le va a dar valor agregado a su producto, pero también tiene mucho que ver es el precio que pagará, ya que si se los quiere pagar a como está el mercado internacional, entonces de nada les sirve.
La idea es que vengan amarrado con un precio al que le saque utilidad el productor, a como se paga el trigo harinero, que es por encima de los 7 mil pesos.
Sin embargo, el proyecto es muy bueno para el productor, ya que uno de los mayores problemas que tienen es que el trigo se lo compran para forraje y se los pagan a como les da su gana, aseveró Castillo Valdez.