Un rescatista de animalitos en estado de abandono, pide apoyo a la ciudadanía con alimento para perros y gatos que cuenta en su albergue “Angelitos con Pelo”, ubicado en la Colonia San Carlos.

Miguel Bustos García, un adulto mayor que lleva 20 años salvando animales de la calle, mencionó que lo hace por bondad y amor hacia ellos, siente que se moriría si dejara de ser rescatista.

Actualmente, cuenta con 20 animales en su albergue, cantidad que le tienen permitido conforme la ley, cuatro de ellos son gatitos y otros cuatro son cachorritos, mismos que cuentan con casa, ropa y comida que le donan personas que tienen la misma pasión que él.

Sin embargo, dijo que desea cerrar por fin un cuarto semi construido, el cual le hace falta un techo, es una de las habitaciones donde tiene algunas de las casitas de los perritos.

Además de que quiere que algunos de ellos sean dados en adopción, para así poder seguir con su labor de seguir rescatando, debido a que la ley no le permite tener más de 25 animales en su albergue por el espacio.

El amor por rescatar animales, comenzó en una época donde Miguel estaba atravesando por momentos difíciles, aunque no se considera una persona creyente, pidió a Dios que le quitara lo malo de su corazón para que lo llenara de bondad.

Fue ahí que empezó a toparse con perritos en la calle que estaban sufriendo, que le lloraban, se dio cuenta de que al que le había pedido bondad, se lo estaba concediendo.

“Así me pasó y así comenzó mi rescate con los animalitos y comencé hacer mi albergue y comencé a sentir una compasión”, dijo Miguel con emoción en sus palabras.

Dice que para él, todos los animalitos tienen un alma, para Miguel ellos son como el prójimo, si ve a uno sufriendo en la calle, va a recatarlo.

Nombres como Lupita, Petunia, Zeus y Hulk son algunos de los perritos que le son fiel a Miguel, uno de ellos, fue rescatado del parvovirus, actualmente se encuentra en excelente estado.

Miguel se ofreció ayudar a las personas que tengan problemas de garrapatas en sus casas, debido a que cuando estaba la enfermedad de la rickettsia en la zona de Santorales, él fumigaba las casas de los vecinos, sin costo alguno, debido a que aprendió a identificar en donde se escondían esos animales que llegaron a matar a niños y adultos en el año 2018 en Mexicali.