Apoyados por un grupo de extranjeros, un promedio de 60 personas continúan al interior de la bodega ubicada sobre la calle Frenando Sánchez Ayala, en la zona centro de Tijuana y que era utilizada como albergue para las familias de la Caravana que llegaron desde principios de noviembre a la ciudad con la intención de cruzar hacia los Estados Unidos.
El espacio fue clausurado desde el pasado viernes 4 de enero por autoridades de la Secretaría de Salud de Baja California y ha permanecido resguardado por elementos de la Policía Federal, quienes restringieron el acceso al inmueble y han continuado la invitación para el desalojo voluntario de las familias.
Pese al diálogo, el número de personas que han aceptado ser trasladados a otro albergue ha sido pequeño.
La bodega fue prestada organizaciones de la sociedad civil para dar atención a las familias en contexto de migración que se encontraban pernoctando sobre la avenida 5 de Mayo, frente a la unidad deportiva municipal posterior a su desalojo y clausura el pasado 29 de noviembre.