Aunque reconocen que pueden molestar a los viajeros y ponerlos en situaciones estresantes, los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), tienen la autoridad para hacer revisiones a quienes cruzan a ese país, incluso a sus propios ciudadanos.
“Todas las personas, equipajes y mercancías que lleguen a territorio aduanero de los Estados Unidos desde fuera del país, estarán sujetos a inspección por parte de un agente del CBP”. A menos que estén exentos por estado diplomático, todas las personas que ingresen a los Estados Unidos, incluidos sus propios ciudadanos, están sujetos a examen y registro por parte de los oficiales del CBP.
“No es la intención de CBP someter a los viajeros a un escrutinio injustificado. Permítanme asegurarles que los procedimientos de inspección de CBP están diseñados para facilitar la entrada de ciudadanos estadounidenses y extranjeros que puedan establecer fácilmente su admisibilidad”, se establece en un documento de la institución. Lamentablemente, los funcionarios del CBP pueden molestar a los ciudadanos respetuosos de la ley, con el fin de detectar a quienes se encuentran involucrados en actividades ilícitas.
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“Somos especialmente conscientes de lo inconveniente y estresante que puede ser el proceso de inspección para los seleccionados. En tales casos, dependemos en gran medida de la paciencia, comprensión y la cooperación del viajero”. Hablar con los viajeros, así como examinar de cerca su documentación, son algunas de las formas en la que buscan a los viajeros de mala fe, o mal documentados.
“Confiamos en el juicio de cada uno de nuestros funcionarios de CBP, para usar su discreción en cuanto al alcance del examen necesario. Sin embargo, se espera que los oficiales del CBP realicen sus tareas de manera profesional y traten a cada viajero con dignidad y respeto”.