El miércoles de ceniza, que formaliza el inicio de la cuaresma, se adaptará a las reglas de la nueva normalidad a la que obliga la pandemia del Covid-19.
En esta ocasión los sacerdotes no marcarán la cruz en la frente de los fieles sino que las esparcirán sobre sus cabezas además de haber la opción de entregarla en un sobre para llevarlas a casa y colocarlas sobre quienes deben estar en resguardo al ser parte de los grupos vulnerables.
El obispo José Isidro Guerrero Macías, aseguró que la recomendación viene desde El Vaticano por lo que exhortó a la comunidad católica a ser obediente ante las disposiciones por cuestiones de salud.
“Tendremos una disciplina a favor del bien de la comunidad, a cada persona vamos a darle la ceniza en las manos en unos sobres que tenemos ya preparados, pedimos que vengan las personas que tienen salud y garantía de que van a regresar a casa felices”.
Guerrero Macías pidió a las personas que entran dentro de los grupos vulnerables permanecer en casa.
La nueva normalidad en el miércoles de ceniza se implementará en todas las iglesias de la Diócesis de Mexicali.
El obispo destacó la importancia que tiene la toma de ceniza, considerándola un signo que recuerda el tránsito por la vida hacia la muerte.
“Nos recuerda que somos peregrinos, que necesitamos los unos de los otros, la muerte es una garantía y nunca pensamos en este momento”.
En la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe la imposición de ceniza se dará cada media hora y habrá misa a las 07:00, 13:00 y 19:00 horas.
Quienes no puedan asistir fisicamente podrán seguir las trasmisiones que hace la catedral a través de su página de facebook.