Para levantar la agricultura en el Valle de Mexicali, se requieren fortalecer los apoyos gubernamentales, así como inversión en infraestructura, expuso el consultor Carlos Orozco Riezgo.

El campo mexicalense al igual que el de todo el país, enfrenta una situación de bajos precios en los mercados internacionales, poco apoyo gubernamental, así como una condición de sequía, que en el caso local, se agrava por los recortes en las cuotas de agua que entrega Estados Unidos a México, a través de Baja California.

El consultor comentó que el trigo y el algodón, son dos de los principales cultivos del Valle de Mexicali, pero son considerados como “commodities”, que son mercancías que son insumos para la fabricación de otros productos y que se venden como mercancías en los mercados internacionales.

Es decir, estos dos productos, en trigo y el algodón, se producen en muchas partes del mundo, por ello se cotizan en los mercados internacionales.

Lo que ha afectado a los agricultores, es el cambio de estrategia del gobierno federal, en la que no necesariamente han estado haciendo uso de las coberturas de precios, solo en algunos casos, por lo que se requiere de un apoyo más consolidado, tanto de la federación como del estado.

También se han combinado los bajos precios en el mercado el trigo y del algodonero, que se combina con un alza en los insumos agropecuarios, lo que ha afectado a los productores del Valle de Mexicali.

Señaló que hay quienes han optado a mudarse a cultivos como la avena forrajera, y otros que han optado por cultivos perennes como la alfalfa, que anteriormente la superficie sembrada de esta era de alrededor de 25 mil hectáreas, y que hoy alcanza una superficie de 38 mil hectáreas, pero no ha quedado exenta de sufrir algunos inconvenientes este año.

Expuso que una buena opción para siembra en el Valle de Mexicali es el cultivo del cártamo, el cual con la dotación de agua no tendría problemas.

Para esto se requiere una planta que procese el cártamo la cual no existe, la que estaba en operación fue cerrada hace 20 años.

Este es un proyecto de inversión que bien debiese promover el gobierno del estado y ayudaría en buena parte a los productores con problemas de comercialización de sus cosechas, mencionó el consultor.

El cártamo es bien conocido por los productores del valle de Mexicali, y la siembra de cultivos debiese ir orientada a aquellos con bajos consumos de agua.

Cada año se dejan de sembrar alrededor de 30 mil hectáreas en el Valle de Mexicali, y el permiso de riego correspondiente a esa superficie, se vende, por ejemplo, a los productores de hortalizas o de alfalfa, pero si esta tiene problemas de comercialización, pues ¿a quién se la venden?

Si esto lo relacionan con el tema del agua, donde su dotación normal pasó de 10 mil 100 metros cúbicos por hectárea, ahorita andan en 1 mil 500 metros cúbicos por hectárea, que es suficiente para el cultivo de trigo, por lo que quienes tienen algodonero, alfalfa o espárrago, tienen que comprar agua a los productores que no siembran.

Con los recortes adicionales establecidos por el Acta 330, se deben ahorrar 164 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua, para el 2025 serán 246 Mm3, y para el 2026 serán 82 Mm3, que suman 493 Mm3, lo que viene a pegarle a productor, eso, si el gobierno no hace algo para evitar la disminución de agua de los agricultores.

Para lo anterior, el gobierno de Estados Unidos otorgará 65 millones de dólares, para la aplicación de acciones y la realización de obras, que le permita ser más eficiente al distrito y que no afecte los volúmenes de los propios productores, y una condición híbrida podrían ser obras y el descanso de tierra.

Sin embargo, lo idóneo es que se hagan obras que hagan más eficiente el sistema de distribución, que disminuya las pérdidas y que le pueda dar el servicio en tiempo y forma a los productores.

La condición del Río Colorado ya no es la misma que hace 60 o 70 años, por lo que los recortes llegaron para quedarse, por lo que las autoridades y productores deben revisar qué es lo que se puede hacer con los volúmenes asignados.

Al final del día es más rentable para el gobierno el adquirir coberturas para asegurar los ingresos de los productores, que tener que compensar las pérdidas de estos, aseveró Orozco Riezgo.