Familiares y amigos de desaparecidos, así como algunos activistas sociales, lograron el cierre del bar “El Copeo”, ya que consideraban una falta de respeto que este siguiera operando mientras se encontraban de duelo por los desaparecidos.
Momentos después que hubo la intentona de dar portazo al bar “Shots”, los manifestantes se dirigieron al Copeo, donde de inmediato, los guardias de seguridad resguardaron la puerta de acceso.
Uno de los manifestantes atacó a golpes a uno de los guardias y se presentó un conato de violencia, y algunos empujones.
Después de algunos jaloneos, la gerencia accedió a desalojar el lugar, por lo que a los clientes les fue reembolsado el dinero y caminaron sobre la pasarela que se formó con los manifestantes, quienes les gritaban.
El primero que salió del lugar, lo hizo bailando y con una gran sonrisa, a la primera pareja se le aventó una botella con agua, mientras que a los demás les gritaban “qué bueno que salieron con vida”.
A eso de las 10:40 de la noche fue desalojado el último cliente, se apagaron las luces, y se cerraron las rejas del estacionamiento.