Madres buscadoras sólo anhelan encontrar a su ser querido

Abren sus corazones en el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada

Celeste Espinoza / La Voz de la Frontera

  · viernes 30 de agosto de 2024

Foto: Juan Salazar / La Voz de la Frontera

El día en que desaparecieron sus hijos tras ser privados de su libertad, sus madres presintieron que algo malo les había pasado. Dolor en el pecho y taquicardias fueron algunas molestias que sintieron antes de que les dieran la noticia.

Desde entonces sus vidas han cambiado brutalmente, en donde lo único que anhelan es encontrar a su ser querido.

En el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, LA VOZ DE LA FRONTERA entrevistó a dos madres buscadoras: Marlen Castro, quien busca a su hija Karla Paola y Judith Valencia, mamá de Kevin Yahir. Ambas comparten cómo ha sido sobrellevar su día a día sin perder la fuerza. Desde que sus hijos desaparecieron, sus rutinas son trabajar, ir a sus casas y asistir a las búsquedas de campo.

Marlen Castro busca a su hija Karla Paola Avilés Castro hace dos años y ocho meses. El día que privaron de su libertad a la joven, se lo informaron hasta la madrugada del 15 de diciembre del 2021, una persona anónima indicó que estaban en una fiesta en Villa Florida cuando unas personas en un pick up se querían llevar a unos sujetos, pero sólo alcanzaron a llevarse a su hija.

Marlen se dio cuenta que algo estaba mal con su hija cuando el 14 de diciembre de ese mismo año, conduciendo en carretera decidió parar su trayectoria debido a que comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho y unas ganas incontrolables de llorar. Le informó a una compañera de su trabajo que algo malo le había pasado a Paola, por lo que procedió a buscarla en su casa, en Palaco para ya no encontrarla.

“Yo me di cuenta que se la llevaron, venía de San Luis de trabajar y de una me pegó como un dolor en el pecho y me paré y comencé a llorar; detrás de mí venía una compañera en otro carro y me habló preguntándome que si qué había pasado, le dije que algo le pasó a mi hija Paola, le paso algo malo”.

UN ANTES Y UN DESPUÉS

Karla Paola tenía 27 años cuando fue privada de su libertad la mañana del 14 de diciembre del 2021 entre cuatro a seis personas que llegaron a sacarla de su casa en Palaco, donde vivía con su pareja sentimental, para después ya no saber de ella.

Su hija, contó, tenía apenas seis meses viviendo con su pareja sentimental, en donde hubo un antes y después en la personalidad de Karla Paola para mal: Comenzó a probar las drogas, ya que su novio también lo hacía y cambió bruscamente su apariencia física. Conocidos de la joven le informaron a Marlen que este sujeto, de nombre Roberto, la amenazaba y pegaba. Sin embargo, eso no le consta a Marlen, ya que nunca se lo confesó su hija.

Las personas que privaron de la libertad a la joven eran conocidos de la pareja. Marlen piensa que esas personas quisieron quitar de “en medio” a su hija por envidias, debido a que en ese grupo estaba una ex pareja de Karla Paola y su nueva novia, en donde anteriormente las dos mujeres ya habían tenido algún conflicto.

Roberto, la pareja sentimental de Karla Paola en ese entonces, le había dicho a Marlen que también estaba buscando a su hija. Cuando se fue a trabajar la dejó en casa dormida. Al tiempo, testificó ante el Ministerio Público que ese día él sí estaba dentro de la casa, pero como tenía un arma no se lo llevaron.

SIN DETENIDOS

Actualmente no hay ninguna persona detenida por la desaparición de su hija, hubo un testigo conocido de Karla Paola que dijo ante las autoridades que una persona llegó con él diciendo que había degollado a la joven en una casa rodante.

Foto: Juan Salazar / La Voz de la Frontera

Este hombre indicó que miró que esa persona tenía sangre en las manos, pero a los días de haber dado su testimonio el hombre desapareció. Aún cuenta con pesquisa en la Fiscalía.

“NOS QUEDAMOS SIN NAVIDAD”

Karla Paola antes vivía con su mamá y sus tres hijos varones y su ex esposo. Marlen recordó que en ese tiempo en su casa siempre había personas, siempre salía con su hija y cuando regresaba de trabajar, la recibía Karla Paola y sus nietos.

“Ella se la pasaba en casa con sus hijos, era muy movida en la casa”.

En diciembre del 2021, Marlen y sus tres hijos se habían puesto de acuerdo para comprar sudaderas con temática de Navidad para usarlas ese día, ya que siempre se la pasaban juntos en fechas decembrinas. “Estábamos planeando todo lo de navidad, pero pasó esta tragedia y pues ya mis hijos y yo nos quedamos sin Navidad… ahí duró la sudadera de mi hija como un año y medio colgada, hasta que mejor la regalé, era una tortura seguirla viendo”.

Desde ese entonces, Marlen dejó de festejar en fechas de fiestas, sobre todo las decembrinas, pues para ella son los días más horribles, “son las fechas más horribles que puede haber… se me junta el 14 de diciembre cuando se la llevaron, con el 24... te llega Año Nuevo, me vuelvo loca”.

El trabajo los fines de semana le ha ayudado a Marlen para mantener su mente ocupada, además de estar yendo con un psicólogo y psiquiatra. Actualmente vive sola con sus tres mascotas. Desde que ocurrió la desaparición de su hija, decidió cercar su casa y poner cámaras de grabación para sentirse segura.

Judith

Kevin y su mamá vivían juntos y laboraban en la misma empresa, se ponían de acuerdo para irse del trabajo a su casa y comer en compañía de ambos.

Judith recuerda que Kevin siempre le mandaba mensajes para preguntarle que iban a comer, si ya había salido de trabajar, entre más, por lo que siempre se hacía presente en su día a día.

“Me acuerdo que me abrazaba y me cargaba para abrazarme y darme vueltas, yo le decía que no me levantara porque se iba a lastimar”, dijo Judith.

Después de que Kevin fue reportado como desaparecido, Judith se quedó viviendo un corto tiempo sola, su hijo mayor tuvo que dejar su trabajo y casa para regresar con su mamá junto con su esposa e hija.

“Después de que ya no estaba él, y llegar a la casa y que estuviera sola, que no estuviera él para recibirme, no ha sido para nada fácil”, entre lágrimas dijo Judith.

La madre buscadora indicó que se ha refugiado en Dios, así como en su trabajo para mantener su mente ocupada y con su familia.

En ocasiones entra al cuarto de hijo y duerme en él, sin embargo, dice que no frecuenta hacerlo o entrar mucho a la habitación, debido a que le da tristeza mirar sus cosas dejadas donde Kevin las dejó hace un año y un mes.