“Venid a mí todos los de estómago cansado y yo os lo restauraré”, rezaba en la entrada de comida del mesonero de Boulanger, de eso hace ya varios siglos en Francia, de donde se deriva la palabra Restaurante, pero si bien, los tradicionales tacos del ferrocarril no es un establecimiento fijo, sí sirve para restaurar cuerpo y alma de los trasnochados.
Desde hace alrededor de 50 años funcionan las tradicionales carretas de tacos de borrego y res, en las inmediaciones de lo que fue la estación de ferrocarril, y de las que se ofrece tacos de borrego, cabeza de res, ojo, cachete, lengua, seso, labio, entre otras partes del cuerpo del animal.
Este 1 de enero, Ramiro León inició su jornada de año nuevo desde las 4 de la madrugada tal y como lo hace desde hace 3 lustros, y así dar restauración a quienes festejaron desde la noche anterior para recibir el 2023 en la carreta número 10.
Expuso que el proceso de cocimiento de la carne dura 6 horas, sin embargo se levanta desde las 2 de la madrugada para cargar e instalarse en la carreta.
Para esta fecha se prepararon con bastante verdura ya que esperaban más gente, sin embargo, este inicio de año ha estado muy tranquilo, sin embargo, no acudió mucha gente, quizá por la lluvia que se presentó desde la madrugada de este domingo.
PARA LA RESACA
Arturo Hernández, estudiante de la carrera de Negocios Internacionales, llegó a la carreta número 10 después de festejar con su novia y algunos amigos, la llegada del 2023, y como dice, es de ley llegar a este lugar “después de la pisteada”.
Muy convencido, aseguró que una de las bondades de estos tacos es que cura la resaca, es más, hasta la previene.