La familia de Wally, un perrito que terminó con la mandíbula fracturada después de haber recibido un servicio de baño y corte de cabello, pide justicia para su mascota, pues consideran que donde lo atendieron lo hicieron con negligencia.
El can es la mascota de la señora Candelaria González y de su hija Erika, el cual fue llevado a un spa canino ubicado al interior de una plaza comercial ubicada en el fraccionamiento Jardines del Valle, el cual según los que lo atendieron, solo había resultado con una lesión leve.
Erika explicó que cuando acudió a recoger a su mascota, una cruza entre maltés y un Shih Tzu, los de la veterinaria le dijeron que había sido agresivo y que trató de morderlos, pero que en vez de alcanzar a morder a quien lo bañaba, mordió una cadena, lo cual causó una lesión que según ellos no era de gravedad.
No obstante, debido a que continuaba sangrando, buscaron una segunda opinión de otro veterinario, donde les confirmaron que Wally sufría de una fractura.
Por esto, la familia interpuso una denuncia ante la Fiscalía por el mal trato que recibió el can, lo cual se da seguimiento en el Número Único de Caso 2529721.
Tras el señalamiento que publicaron en redes sociales sobre el asunto, el médico veterinario se puso en contacto con ellas para persuadirlas con el fin de que bajaran de redes sociales las publicaciones. Además, en esa veterinaria no quieren hacerse responsables del tratamiento de recuperación de Wally.
“Yo le dije que por que la voy a quitar, yo no estoy echando mentiras, cada palabra, cada renglón yo tengo como comprobarlo”, comentó Erika.
A la fecha la familia González ha tenido que invertir alrededor de 15 mil pesos para atender la fractura, entre análisis, evaluaciones, radiografías y una cirugía que tiene proyectada el can para el próximo miércoles.
La señora Candelaria lamentó la situación que está pasando su mascota, a la cual también considera su compañero, a quien debe de licuarle los alimentos para que Wally los pueda ingerir, pues no puede digerir los alimentos como antes.