Desde hace más de 13 años, Balodia Araiza Terríquez ha sidovoluntaria para el Cuerpo de Bomberos de Mexicali, gremio al que nosiempre planeó pertenecer. Fue hasta que un amigo le invitó aconocer sobre la labor que realizaban, cuando se decidió a serparte de la familia de los “tragahumo”.
La también madre de familia consideró que para realizar lalabor de un bombero, no solo se requiere de fuerza o tiempo, sinouna verdadera vocación de servicio, ya que no es cualquier cosa elacercarse al peligro cuando las personas buscan alejarse deél.
Actualmente colabora en el área de radiocomunicaciones, endonde se canalizan los llamados de emergencia al sector que se lecorresponda, para lo cual primero estudió en la Academia deBomberos de esta ciudad. “Tenemos que ser muy cuidadosos, estaral pendiente de lo que estamos haciendo; al recibir la llamada deemergencia, tenemos que checar el sector, a quien le toca, mandarlo más rápido que se pueda la unidad y apoyarnos con otra unidadque se acerque, por si requieren apoyo”.
Aunque muchas personas critican que sean aceptados los serviciosde los grupos de rescate voluntarios, Araiza señaló que pese aque la labor de los Bomberos Voluntarios no tiene un sueldo, elbeneficio que se llevan los “tragahumo”, es el sentimiento deuna realización personal, lo cual se percibe en el corazón alayudar a un ser humano, aun cuando no lo conozcas.
“Nosotros no nomás cuidamos los bienes de la gente, sino lavida de las personas. El dar la vida por los demás, yo creo queeso lo tienes que traer en la sangre; si tú no tienes eso enmente, el deseo de ayudar a la gente, tal vez este no es el lugaradecuado”.
Señaló que la capacitación para ser un bombero voluntariodura un año, sin embargo Araiza resaltó que para realizar untrabajo, al igual que en otras profesiones u oficios, esimprescindible continuar estudiando y aprendiendo cosas nuevas.
El incidente más difícil Una de las emergencias que másrecuerda, fue la primera vez en que le tocó ver de primera mano undesenlace fatal. Se trató de un incendio en una casa en la coloniaSanto Niño hace más de 10 años, en el Poniente de la ciudad. Alatender el llamado de auxilio, apuntó que junto con suscompañeros, llegó al incidente. Dos niños alcanzaron a correralejándose del fuego, pero no fue lo mismo con la madre de ellos.Balodia rememoró que la madre de familia ya había inhalado elhumo, sumado a que las altas temperaturas afectaron sus órganos.“Hicimos muchas maniobras para sacarla…la sacamos con vida,pero desgraciadamente falleció en el Hospital General”.
Glamour y familia no están peleados con la acción Además deser voluntaria en el área de radiocomunicaciones, Balodia Araizaes madre de seis jóvenes: Iván, Alejandra, Jesús, Julio César,Alejandrita y Roberto, quienes se preocupan por ella, ya conocenlos riesgos que implican su labor. Además de ser ama de casa, esestilista de profesión, en donde se especializa en cabello ymaquillaje. Aseguró que puede ser femenina en su trabajo, perotambién puede llegar a ser tan fuerte como se necesite en elvoluntariado.