En este ciclo escolar el programa “DARE Después de clases” logró tener una mayor cobertura, gracias a que una escuela más se incorporó a este programa que permite a los jóvenes realizar actividades recreativas o reforzar su aprendizaje académico.
Carlos Manuel Félix Martínez, responsable de este programa, informó que de marzo a junio de este año se implementó en 13 espacios, uno más que el ciclo pasado.
Exactamente, de 891 alumnos fueron atendidos en dicho periodo el año pasado; este año incrementó a 2 mil 227 niños.
Este programa trata de ofrecerles una opción a los menores para realizar actividades útiles después de haber concluido un día regular de clases.
Es a través de los talleristas que liberan su servicio social la forma en que se les imparte asesorías académicas, deportivas o recreativas.
En este periodo 280 estudiantes impartieron estos talleres, mientras que en el 2018 fueron 185.
“(Los menores) que acude aquí en fin de semana ya usa su tiempo de manera positiva, ya no se queda dormido, no se pone a ver televisión a ver programas nocivos o no se va por las tardes como andar de pandillero, sino por el contrario, practica los valores con los compañeros que están trabajando”.
“Aquí los talleristas más jóvenes tienen ciertas dinámicas para inducir los conocimientos de inglés y matemáticas, siendo un ejemplo a seguir, porque en algunas de las colonias que trabajamos son jóvenes que tenían una visión y solo tenían metas muy cortas, pero al trabajar con jóvenes de universidad se dan cuenta que pueden hacer más”, explicó.