“Se nos olvidó enfatizar el Papanicolaou” reconoció el director de la Unidad de Especialidades Médicas (UNEME) en Mexicali, Rafael Estrada Caravantes, quien hizo un llamado a las mujeres a no dejar de lado la prevención de esta enfermedad.
Estrada Caravantes aseguró que si bien desde hace 12 años se han reforzado las campañas de prevención de otro tipo de cánceres, como el cáncer de mama, el cáncer cervicouterino ha pasado a segundo plano, lo que ha generado una nueva alza en la aparición de la enfermedad.
Actualmente el cáncer cervicouterino es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres mexicanas, que anualmente cobra vida de cerca de 4 mil mujeres mayores de 25 años, de acuerdo a cifras del Gobierno de México.
“Por muchos años fue el número uno en nuestro país, ahorita va para arriba otra vez, entonces insistir: Papanicolaou a partir de que tienes una vida sexual activa, porque el cáncer cervicouterino viene elevándose otra vez, y a expensa de mujeres jóvenes”
Al 9 de agosto de este año, la Secretaría de Salud de Baja California ha diagnosticado 79 casos de cáncer cervicouterino en la entidad, y se han realizado más de 13 mil 758 pruebas de Papanicolaou, también conocidas como citologías.
El cáncer cervicouterino es una enfermedad que deriva del desarrollo y multiplicación descontrolada de las células del cuello del útero, formando tumores malignos.
Dentro de los factores de riesgo de la enfermedad están el ser mujer de entre 25 y 64 años, haber iniciado las relaciones sexuales antes de los 18 años de edad, así como haber tenido alguna enfermedad de transmisión sexual o una infección cérvico-vaginal por el Virus del Papiloma Humano (VPH).
También se encuentran en riesgo las mujeres que viven con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que tienen tabaquismo, con desnutrición y deficiencia de vitaminas, las que han tenido varias parejas sexuales y aquellas que nunca se han realizado un Papanicolaou.
Entre los métodos de prevención para la aparición de este tipo de cáncer se recomienda el uso del condón en cada relación sexual, el cuidado y tratamiento de lesiones precancerosas y aplicar la vacuna contra el VPH a todas las niñas de quinto año de primaria o de 11 años en adelante.