La exposición de las mascotas, principalmente, de los perros y gatos, a los juegos pirotécnicos, genera que salgan corriendo tras el susto por las detonaciones, lo que podría ocasionar que sufran atropellamientos, extravíos, golpes, quemaduras y la muerte.
Reyna Bueno, administradora y fundadora del grupo de protección y rescate animal, “Hablando por ellos”, recomendó a la población que, durante las celebraciones del 31 de diciembre y 1 de enero, se abstengan de quemar “cohetes” porque los estruendos dañan severamente a las mascotas, personas autistas al ser hipersensibles a los sonidos y a los adultos mayores. Además, se afecta al medio ambiente por la contaminación por humo que se produce.
En relación a videos que circulan en redes sociales, en los cuales se observa que mascotas sufren accidentes, incluso mueren, al tratar de huir por miedo a las explosiones de los fuegos artificiales, Reyna Bueno dijo que es lamentable que esas cosas pasen.
Por eso, hizo un llamado a la conciencia de la gente a no “tronar cohetes” y a las autoridades de gobierno a que prohíban y sancionen la venta de estos, pues considera es la única manera de erradicar esta nociva práctica.
“La verdad no creo que la tronadera de cohetes vaya a parar. No hay sanciones y la gente no tiene educación. Lo único que podemos hacer es si tenemos perros nerviosos meterlos adentro de nuestra casa o resguardarlos en un lugar seguro donde no se hagan daño”, externó.
“Cuando queman cohetes no sólo dañan a los perros, también es una falta de respeto a nuestros vecinos, a los niños autistas y personas mayores. Al tronar cohetes nos arriesgamos a un accidente y a terminar en el hospital donde podemos contagiarnos de Covid. Se que suena extremo, pero no es algo fuera de la realidad”, refirió.
Los integrantes del grupo “Hablando por ellos” promueven la campaña “No a la pirotecnia” y gracias a eso, algunas personas han tomado conciencia sobre el tema y han entendido que a nadie beneficia esta práctica y que durante las fiestas decembrinas hay formas de divertirse sanamente, sin fuegos artificiales, concluyó Reyna Bueno.