La panadería Chayito, de la colonia Esperanza, ya inició con la producción de roscas que se esperan vender en el marco del Día de Reyes que se celebra este sábado.
El local de este negocio se encuentra casi en la esquina de la calle Salina Cruz y la calzada Independencia, al lado de una tortillería que también es de la familia de María Sandra Medina López, mejor conocida por sus seres queridos como Sandra.
Ella relató que su padre, el señor Ubaldo Medina, fue el que inició el negocio. Él era originario de Michoacán, sin embargo, de niño trabajó en una panadería mexicalense, donde le enseñaron el oficio.
Su padre falleció en 2003 y desde entonces Sandra está a cargo de la administración de la panadería Chayito, que es el nombre de su hermana.
En esta empresa, dijo que generan empleo para tres personas.
Como parte de la producción para la rosca del Día de los Santos Reyes, dijo esperar vender unas 60, entre estas las de los tres tamaños que maneja: grande, mediana y chica.
La receta de la rosca que ofrecen a la venta es la misma de hace 41 años. No ha cambiado nada, afirmó, ni siquiera el monitor que colocan al interior para ser descubierto por el que la pruebe.
Sandra admitió que el que se “echa” toda la producción es su nuevo panadero, el señor Marcos Antonio Guerrero Alzate, originario de Ciudad Obregón, Sonora, mientras que la que le ayuda a cerrar la venta es su colaboradora, Isabel Preciado Hidalgo.
LA MEJOR PARTE
Para Sandra, lo más rico de la rosca es el sabor a naranja. Cuando se amasa la harina, se debe de utilizar un poco del jugo de ese cítrico. Este sabor predomina una vez que termina de hornearse el pan, por lo que al darle una mordida, se percibe ese retrogusto a naranja,
“Es un sabor natural, no es un como si le echaras una esencia falsa”, comentó la empresaria.
LAS ROSCAS
La grande la venden a 450, la cual alcanza a servir una porción para hasta 20 personas, aunque también depende de qué tan comelonas son las personas, reconoció Sandra.
La mediana tiene un costo de 350 pesos y alcanza para unas 8 a 10 personas; y la chica a 250, para unas 5 personas, o menos, dependiendo de qué tanto quieren repetir una porción.