Un negocio tradicional del centro de la ciudad es la Limpiaduría Kiyota, que ha brindado un servicio de calidad en el cuidado de la ropa a varias generaciones, permaneciendo con éxito en el mismo lugar, la calle Zuazua.
LA VOZ DE LA FRONTERA platicó con Luz Bertila García Tavizón de Kiyota, quien con su esposo Toshiki Kiyota ha dado vida a este negocio.
LA HISTORIA
La limpiaduría fue fundada por el suegro de Bertila, Masaki Kiyota y marido Toshiki Kiyota Matsushita (conocido también como Tomás).
Contó que su suegro vino de Japón a trabajar al campo, ubicándose en lo que hoy es la capital del Estado; luego para casarse, mandó pedir una esposa en 1942 y su prometida llegó por barco al puerto de Colima durante la Segunda Guerra Mundial.
A su esposo “Tomás” lo enviaron con unos amigos japoneses, que tenían limpiaduría en San Luis Río Colorado, para aprender el oficio que se requería y aprendió.
“Ellos se esmeraban mucho en el trabajo (su esposo, su suegro y su suegra), era una máquina, otra máquina, sacar la ropa estilando…
pero era un trabajo que podían hacer todos juntos y fue bueno”.
“Era muy pesado, empezábamos a las 5:00 o 4:00 de la mañana y terminábamos a las 12:00 de la noche, mi esposo era el que trabajaba todo atrás en la maquila y nosotras en frente; decía esto no es vida, pero había mucho trabajo”.
La estrategia ante lo pesado del trabajo fue enfocarse en la tecnología de la época, buscar maquinaria moderna para seguir, “pero el inicio fue pesadísimo”.
Comentó que en aquellas épocas había buenos tiempos para el valle de Mexicali, la limpiaduría tenía muchos clientes de aquella zona del Municipio.
Ella tiene 45 años en el negocio. Antes de casarse tenía un trabajo administrativo, luego empezaron a trabajar juntos, “era muy pesado, muy pesado, pero a mí me gustaba”.
Agregó que el centro de la ciudad le gustaba mucho, porque desde chica visitaba “al pueblo”, como lo llamaban, cuando vivían en los alrededores.
EN LA ACTUALIDAD
Definitivamente el centro de la ciudad ha cambiado, ni cuenta se dio Bertila en qué momento se transformó, hoy muchos negocios han cerrado, en los alrededores de la calle Zuazua hay más “antros” que comercios.
La Limpiaduría Kiyota está ubicada, precisamente a un lado de donde hoy está el antro “La Taberna”. Aseguró que a pesar de lo que cree mucha gente, es un lugar seguro.
El establecimiento, como todo en la ciudad, ha cambiado, el crecimiento provocó que el estilo de vida sea diferente.
Explicó que hoy las personas buscan la comodidad de la cercanía para llevar sus prendas, por lo que han tenido que establecer diversos sitios estratégicos de depósito.
La competencia se da al tener un buen trato con el cliente, conocerlo de hace mucho tiempo les da la ventaja, “que tengan la confianza de que estamos al pendiente de esa ropa delicada que la gente quiere mucho”.
Los clientes ven el nombre Kiyota y piensan en que hay un respaldo de calidad; entregan allá, pero todo se maquila en la matriz del Centro.
La competencia es fuerte porque Mexicali ha crecido ampliamente, pero también el mercado es grande, “es lógico que haya más negocios”.
“La competencia yo creo que siempre será buena, porque así te esfuerzas más, no te quedas dormido en tus laureles, siempre estás queriendo mejorar y esos negocios nuevos te siguen o te crean nuevos retos”.
Como una comerciante atenta a sus clientes, les recomienda a sus trabajadores: “Pónganse en el lugar de las personas y que puedan de verdad darles un servicio excelente en todo… si hay problemas me gusta ver cómo solucionarlos y que la gente quede contenta”.