Aunque ha sido cuestionada principalmente por el sector empresarial dedicados a bares y restaurantes, la ley antitabaco ha demostrado ser efectiva, ya que la prohibición desata la sensación de peligro y eso aleja a las personas no fumadoras, manifestó Cristina Pasos, coordinadora de la Licenciatura en Psicología Clínica en CETYS Universidad Campus Mexicali.
En México se estableció el protocolo de designación de espacios 100 % libres de humo y la entrada en vigor en enero del 2023 de la conocida como Ley Antitabaco, que endurece las restricciones para consumir o tener encendido cualquier producto del tabaco y nicotina en espacios cerrados, lugares de trabajo, escuelas y demás espacios de concurrencia colectiva.
“Son acciones emprendidas por las autoridades de salud pública para salvaguardar la salud de las personas y reducir los factores de riesgo sociales del consumo de tabaco.
“Aunque dichas medidas han sido fuertemente cuestionadas, principalmente por empresarios del sector restaurantero y de entretenimiento que, incluso se han amparado ante la ley en cuestión, son potencialmente eficaces, pues al hablarse de prohibición aumenta la percepción de riesgo de la sustancia, al no encontrar visible el acto de fumar baja la normalización y tolerancia del consumo del tabaco”.
La catedrática comentó que las personas fumadoras deben recordar que ésta ley responde a las necesidades de cuidar la salud de las generaciones presentes y futuras, y que respetar las áreas libres de humo es una forma de empatía social.
“Si el no fumar en lugares públicos se ha vuelto un problema para usted o le ha desencadenado sintomatología de abstinencia, le recomiendo acercarse a profesionales de la salud que le acompañen en este proceso y que le puedan apoyar con estrategias adecuadas para su caso.
“También, puede reflexionar sobre sus motivaciones y beneficios, preguntándose ¿Qué obtengo si me permito vivir sin fumar? ¿Qué beneficios aporto a las personas que aprecio si dejo de fumar?, recordando que existen los consumos de segunda y hasta cuarta mano.
Superar la dependencia a una sustancia no es sencillo, pero no tiene por qué vencerla en soledad, lograrlo requiere un tratamiento integral que contemple atención psicológica individual, familiar y grupal.
Explicó que en el caso del tabaquismo, la recomendación es recibir atención psicológica con enfoque cognitivo conductual, donde se refuerce su motivación al cambio, entendiendo que el fumador atraviesa por diferentes etapas antes de hacer algo activamente para detener el consumo o mantenerse sin fumar.
Se debe desarrollar un plan ajustado a su nivel de dependencia y a sus necesidades específicas, donde se contemplen factores de riesgo y medidas de protección para recaídas.
Algunos casos requieren también el acompañamiento farmacológico para contrarrestar la sintomatología de abstinencia que se desencadena al detener el consumo de nicotina, por ejemplo, irritabilidad, mayor apetito, problemas de atención y sueño.
Este acompañamiento debe hacerse a través de la atención de un médico psiquiatra y no automedicarse, detalló la coordinadora de la Licenciatura en Psicología de CETYS Universidad.