La comercialización de libros nuevos en Mexicali pasa por una crisis, las librerías están cerrando o se están reduciendo, aseguró la propietaria de Librería Universitaria, Norma Bustamante. Hoy se festeja el Día Mundial del Libro.
Para la promotora cultural el libro es el mundo mágico de lo que no puedes ver, de lo subjetivo, “un mundo que todos los seres humanos tenemos adentro, el mundo de la imaginación”.
Sin embargo, “podría decirte que estamos en extinción, pero no, estamos en una crisis, porque estamos buscando nuevas fórmulas”.
“En esta ocasión voy a romper la tradición de ser optimista, los números no dejan lugar a dudas que la industria editorial en el mundo está sufriendo un deterioro mucho muy grande”.
Esto lo podemos se puede ver también en los periódicos, todo lo que tenga que ver con los productos impresos, hay una revolución tecnológica innegable que dirige al público hacia las herramientas tecnológicas.
“Esa es la parte que me gustaría que no estuviera pasando tan drásticamente… quiero pensar en que son como esas modas, esas explosiones que se dan cuando hay un avance en los medios de comunicación”.
Espera que haya un momento en que esto pase y se regrese a la fuente fidedigna de la información que es el libro, cuando se trata de documentos técnicos.
Comentó que varias librerías en Mexicali han cerrado porque ya no se pueden sostener.
Su librería principal, que se encuentra frente a la Vicerrectoría de la Universidad Autónoma de Baja California, ya se redujo a la mitad; además, cerraron otras en la Plaza Fiesta, en Plaza San Pedro, llamada Cerebelo; una más, dentro del sótano de la misma universidad; y la de Plaza La Cachanilla, ahora venden otros productos como son camisetas.
“Antes éramos más, no te puedes sostener, lo gente cada vez compra menos libros, nuestra clientela aquí en Librería Universitaria que tenemos 40 años, nos sosteníamos con la venta de libros universitarios, han crecido las instituciones de educación superior, y no va a la par de la compra de libros”.
Ahora, las escuelas cuentan con grandes bibliotecas digitales y ahora se puede estudiar con la información en Internet.
Para sobrevivir, además de libros venden café, dan cursos y promueven diferentes productos, para que la gente regrese.