La totoaba es el pez más grande del Alto Golfo de California, único en la región, actualmente esta especie se enfrenta a la pesca ilegal, ocasionando un decremento en su población de forma alarmante hasta acercarla peligrosamente a su casi extinción, la problemática radica en que es capturada furtivamente para obtener su vejiga natatoria también llamado buche y ser llevado en contravención con la ley al continente asiático para ser vendido en precios exorbitantes.
Desde agosto de 1975, el gobierno federal (vía la entonces Secretaría de Pesca) decretó que esta pesquería estaba en riesgo de desaparecer, por ello decidió protegerla.
Te podría interesar: La Ciénega de Santa Clara es uno de los lugares turísticos más conocidos
En 1991 se estimó una población de 2 mil 300 totoabas y se valoró que ha tenido una recuperación aparente.
En un estudio para determinar la distribución, abundancia, crecimiento y la captura incidental de totoaba por barcos camaroneros, se encontró una densidad de juveniles de 11.6 y 11.5 individuos por kilómetro cuadrado en 1989 y 1990, respectivamente y con base en estos resultados afirman que la población juvenil en el alto Golfo de California se mantiene estable en niveles bajos, pero con posibilidades de recuperación.
En el informe realizado por el Instituto Nacional de la Pesca (Inapesca) denominado “Evaluación de la población de Totoaba en el Golfo de California”, de febrero del 2018, se consideró que, bajo un esquema de captura controlada con el estado actual de la población, se podría permitir la captura de ejemplares adultos y eliminar la captura incidental de juveniles de dicha especie, lo anterior una vez que se determine el cambio de categoría de riesgo.
SIGUE SIENDO DE RIESGO
Por su parte, la bióloga Martha Román, el estatus sigue siendo “en peligro de extinción”, porque para que pueda bajar de categoría de riesgo a “amenazada” o “en protección especial”, tiene que hacerse una evaluación de la población, la cual ya se hizo en el 2018 y 2019, y hasta el 2020 se publicó, se concluyó que la especie estaba en buenas condiciones, pero era un riesgo latente la pesca ilegal.
Externó que el estudio no lo es todo, tiene que entrar a un proceso aplicar una metodología y dependiendo del puntaje que alcance, se ve si califica y bajarla de categoría de riesgo.
Asimismo, comentó que no sea hecho, porque es un poco riesgoso, la pesca ilegal no le ayuda mucho; esto dificulta saber exactamente cuál es la situación real de la población de la totoaba, mientras la sigue impactando.
Expresó que la pesca ilegal es muy difícil de evaluar, porque no se sabe el impacto de ésta sobre la población de totoaba.
“Por esa razón no se ha deslistado, a pesar de que los estudios dicen que en el 2018 y 2019 la población de la especie era estable, pero como la pesca ilegal sigue incidiendo, no sabemos si esto va a cambiar drásticamente”.
DOS DEPENDENCIAS
Mencionó que este asunto es competencia de dos dependencias federales, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), ellas estarían involucradas en un posible deslistado de la especie.
“La veda la puso Conapesca, pero es mejor no deslistarla por el momento, en el caso de estatus de riesgo, es la Semanat eso complica la situación de la especie en su categoría de riesgo”.
Además, hay otra instancia que es la internacional, está en categoría de riesgo en tráfico legal entre países; a pesar de todos los estudios, la Cites, no ha reconocido que esté la totoaba fuera de riesgo, lo único que se logró fue la autorización de carne de totoaba fuera de México, pero solamente de cultivo.