Debido a que las autoridades tienen la orden de no intervenir en el caso de la captura furtiva de la totoaba, la pesca ilegal se encuentra desatada como nunca, de una forma tan descarada al grado que se ha puesto en riesgo la continuidad del cooperativismo pesquero.
La tarde de ayer se desató un “zafarrancho” entre presuntos pescadores furtivos de totoaba o “bucheros” y autoridades federales, que terminó en dos automóviles destrozados.
Un pescador, que no quiso revelar su nombre por temor a represalias, comentó que autoridades federales perseguían a un pick up que trasladaba una panga, la embarcación se soltó dañando un vehículo estacionado que golpeó a otro.
No hubo detenidos en las acciones, ni ninguna otra acción.
Debido a que en 2015 el entonces presidente Enrique Peña Nieto decretó una veda por 2 años con el fin de proteger a la vaquita marina, se entregaba una compensación a los pescadores, hoy, a la vuelta de más de 4 años y medio, ni se ha liberado la pesca y se ha eliminado la compensación.
“Está peor, como nunca jamás se había visto una pesquería tan desordenada, tan a lo descarado, no se respeta a nada ni a nadie, el pescador ilegal ya no le tiene respeto a nadie ni a nada, porque sabe que si corretean a uno, lueguito le hacen bola los demás y lo sueltan.
“Esa orden de que no hay que tener ningún enfrentamiento la autoridad con los ilegales, está engrandeciendo ya demasiado la ilegalidad”.
Mientras que los pescadores que se encuentran debidamente registrados, les está yendo muy mal debido a que no pueden competir con los ilegales.
“Nosotros andamos también de ilegales, saliendo al camarón, pero pues pagan a precios irrisorios pero la gente sale al mar por necesidad, porque la gente tiene que comer en sus casas pero no porque tenga un gran valor el camarón, están por los suelos los precios”.
Lo anterior, debido a que no hay quien le entre a comprar camarón que está capturado con redes cuando se sabe que está prohibida, y sale con un permiso para capturar con una red de arrastre que sabe que es mentira que la esté usando.
“Entonces el comprador legal, el comprador bueno, por decirlo así, no se anima a comprar un camarón de esos, porque todo mundo sabe que andamos trabajando con redes”.
Mencionó que en los primeros días de su gestión como gobernador, Jaime Bonilla visitó San Felipe, donde tuvo una reunión con pescadores del puerto, y se formó un comité para dar seguimiento a las peticiones de estos, y quedaron de reunirse una semana después para dar continuidad.
Sin embargo, han pasado más de 20 días de la fecha en la que se tenían que reunir, y no tienen noticias de nada.
“Ahorita es algo fuera de lo normal, ver con qué impunidad anda la gente trabajando, con las pangas llenas de totoabas, están 100 % identificadas todas las embarcaciones que andan haciendo eso y no pasa nada, absolutamente nada.
“Una de las consecuencias de este desorden es que el cooperativismo se está deteriorando a una marcha sumamente rápida, porque el pescador que anteriormente respetaba, ya no creo que vaya a seguir respetando, porque no hay acciones del gobierno hacia los ilegales”.
No es justo que por querer respetando las leyes de la pesca legal, ven con mucho desánimo lo que está pasando con los ilegales, entonces ahora todos se van a hacer ilegales, aseveró.
