La indiferencia también mata, reflexionó Norma Romero Vásquez, coordinadora del grupo Las Patronas, originario en Veracruz, quien comenzó lanzando comida a los migrantes que pasaban a bordo del tren conocido como “La Bestia”.
Después de 28 años de labor y en un grupo de 10 mujeres, actualmente cuentan con un albergue donde las historias de migración son crudas, desde personas que llegan heridas por caer del tren, hasta ver cajas de trailers donde dejan morir a los migrantes.
“Señor, acuérdate de ellos, porque no hay mucho qué hacer”, comentó en situaciones donde lamentó porque no pudieron hacer más, como en casos de camionetas que son volcadas para matar a los migrantes, solo con el objetivo previo de cobrarles.
Romero Vásquez en su visita por Tijuana y en entrevista para La Voz de la Frontera, indicé que duele la indiferencia de la sociedad ante la situación de los migrantes y la falta de conciencia de los gobiernos de países expulsores.
“No esperemos a que nos pase a nosotros, apoyemos a quienes lo están padeciendo”, externó.
“SON SERES HUMANOS”
La coordinadora de Las Patronas explicó que muchas personas realizan el desplazamiento desde sus ciudades o países de origen causado por la violencia. También han detectado que muchos se mueven con la mentalidad de que al llegar al norte o a la frontera entre México y Estados Unidos, todo estará mejor, “pero se encuentran con abusos en el camino y en la frontera norte también con violencia”.
Además en el trayecto sufren de un desgaste físico, mental y emocional.
“Necesitamos verlos como lo que son, seres humanos que necesitan ser apoyados”, puntualizó.
Romero Vásquez hizo referencia de zonas difíciles para los migrantes, como Coatzacoalcos y Tierra Blanca.
“Antes pasaba el tren por Coatzacoalcos, ahora deben caminar porque ya no hay tren; llegar al Coatzacoalcos es un punto fuerte porque sufren la inseguridad, sufren en el camino secuestros, son asaltados, los lanzan del tren o se caen. “Muchos nos comentan que en el camino les quitaron el poco dinero que traían, las pertenencias; el taxi les cobró doble o pagan pasaje del camión y los bajan”, ejemplifica.
Ante dicho escenario, en el albergue de Las Patronas tiene el objetivo de ofrecerles un espacio seguro, de confianza, donde puedan estar sin miedo y con atención digna.
“Les decimos que solo Dios está contigo, nadie más que él, es el único que te va a ayudar, que Dios perdone a quienes ya te hicieron algo, sigue y piensa positivo que el camino no será fácil”.
IMPERA INDIFERENCIA
La coordinadora de Las Patronas remarcó que en la sociedad sigue prevaleciendo la indiferencia hacía los migrantes,
“La forma de ayudar es tener voluntad, pensar como humanos y ponerse en el lugar del otro”, manifestó.
En un recorrido que realizó por Tijuana en zonas de migrantes y albergues, detectó que hay personas que tienen sus mentes bloqueadas por adicciones.
“Son personas que tienen familia, sabemos que hay alguien que los busca y nos duele ver hombres y mujeres que salieron con sus sueños, pero muchas veces en el camino sufren bastante violencia y su mente se llega a bloquear, es algo lamentable”.
Además puntualizó que hay adultos mayores que ya tienen algunos padecimientos como el Alzheimer, que ya les impide recordar y regresar.
“Nadie está ahí porque quiso estar ahí, son simplemente personas, son seres humanos que necesitan ayuda, alimentarlos, es la primera forma pero hay más formas para ayudar. Son personas a las que se les cerró una puerta y entraron a un lugar en el que a lo mejor ya no quieren luchar o el vicio los atrapó, es una gran tristeza como los vimos ahora en la calle, muchos de ellos están siendo buscados por las familias”, comentó tras el recorrido.
LAS PATRONAS
Como colectivo originario en Veracruz, Las Patronas consideran que falta un cambio de mentalidad en la sociedad hacia los migrantes, pues el flujo de connacionales y extranjeros va en aumento, llegando no solo de Colombia, Venezuela y Ecuador, también de puntos como China, Haití y Nepal.