Tijuana.- En Baja California es más sencillo obtener empleo si se cursó hasta la primaria, que la universidad, según revelaron los datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Cifras oficiales indican que 30% de las personas desocupadas en Baja California, estudiaron hasta la universidad, en contraste con el 13% que solo llegó hasta la primaria.
En los últimos 19 años este porcentaje se ha invertido, pues en el año 2000, el 28% de las personas sin empleo, solo tenían educación primaria, mientras que 20% tenían instrucción superior.
“IMPOSIBLE OBTENER EMPLEO”
Para Manuel Gerardo, egresado de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), la obtención de un empleo bien remunerado ha sido más complicado, en comparación con el panorama que le pintaron al estar en las aulas.
A pesar que terminó sus estudios en diciembre de 2014, en casi cinco años no ha logrado tener un puesto de trabajo que cumpla con sus expectativas salariales para desarrollar su vida.
Los sueldos que ha tenido en este periodo, no rebasan los 10 mil pesos mensuales, insuficientes para pagar una renta, alimentación y actividades recreativas.
La falta de empleo le ha obligado a buscar trabajo en el otro lado de la frontera, en algo ajeno a su profesión de comunicólogo, en donde por una jornada de cinco horas, devenga el doble de lo ganado en Tijuana.
NO SE ESPERAN MEJORAS
Para el ex presidente del Colegio de Economistas de Baja California, José Luis Contreras Valenzuela, las pocas oportunidades de empleo para jóvenes universitarios, están relacionadas a la dinámica laboral fronteriza, enfocada en el sector manufacturero y de servicios, mas no de puestos de trabajo con altos niveles de calificación.
“La actividad fundamental que está creciendo son los prestadores de servicio y la planta industrial demanda operadores en línea donde basta con entrenamientos de una semana o 15 días y la gente se pone a operar. Ahorita el avance tecnológico nos lleva a que el hombre está siendo fácilmente reemplazado por máquinas, que es una realidad que tenemos cercana”, expuso.
Otro sector con gran cantidad vacantes, es el turístico, en donde tampoco se requiere de mayor especialización, sino únicamente de capacitación en atención a los visitantes.
“Necesitamos cambiar la naturaleza de ese tipo de actividad y tratar de dar y traer a la región industrias que tengan mayor tecnología y demande formación de capital humano de mayor nivel de calificación”, agregó.
La modificación en los planes de estudio por parte de las instituciones de educación superior, también forma parte de las necesidades a tratar para buscar reducir los niveles de desempleo en jóvenes universitarios.
“Tenemos que irnos preparando y ver de qué manera sortear esas problemáticas, ante la ausencia de una planeacion, formal y a largo plazo de las institución de educación. El sistema educativo en que formábamos masivamente en las universidades sin ver las posibilidades de trabajo, va a cambiar, ahora las escuelas técnicas han estado expandiéndose y cobrando mayor relevancia y es la gente que consigue empleo”, apuntó el especialista.
Otra alternativa para los egresados de las universidades, será emprender su propio negocio, en donde ya existen alternativas para fundar su empresa a través de créditos con bajas tasas de interés.
“Hay una tendencia al emprendedurismo, pero esto debe ser soportado bajo premisas donde demos el recurso material para el que emprende. Los negocios no nada más con imaginación se desarrollan, hay que ver oportunidades para ellos, el mercado suele ser voraz y llegan a cerrar oportunidades a gente que no trae el recurso para ir creciendo. En la frontera este fenómeno está más abierto y es menos clasistas, que en regiones del país en donde las oportunidades de emprender es más fácil para gente que trae soporte para ir creciendo”, concluyó.