Debido a que no se llevan a cabo mesas de trabajo para dar seguimiento a lo que determina la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, actualmente no hay programas para prevenir la violencia hacia las mujeres.
Rebeca Maltos, presidenta de la asociación civil Gente Diversa, señaló que aunque se establece en la ley que debe de existir una coordinación interinstitucional para crear políticas con perspectiva de género, la Secretaría General de Gobierno del Estado no realiza dichas mesas de trabajo en las que deberían reunirse distintas instancias para ver el tema e invitar a organizaciones no gubernamentales.
“Hay una simulación impresionante, la última vez que creo yo que se reunieron, fue el 8 de marzo porque era el Día de la Mujer y el Gobernador tenía qué hacer algo”.
Al igual que el programa de “Espacios libres de humo”, consideró que se debe de implementar uno integral para concientizar sobre la importancia de no normalizar ni justificar la violencia hacia las mujeres.
La campaña de espacios libres de humo tomó entre 15 y 20 años para que fuera una realidad, recordó.
El tema de género, dijo, en México se ha tratado de abordar con las políticas públicas desde los años 70’s, pero todavía no se logra que al menos en Baja California, el Poder Ejecutivo “haga la parte que le toca”.
El problema de la violencia hacia la mujer es estructural, recalcó, ya que afecta a todas las áreas del Gobierno, por lo que es elemental que se lleven a cabo dichas mesas de trabajo que según se establece por ley, deberían realizarse cada tres meses, pero evidentemente no se hacen.
Para lograr un cambio y prevenir las muertes de mujeres, es importante que desde temprana edad se le informe a la población sobre los indicadores que permiten identificar a un hombre violento.
“Se puede prevenir desde el noviazgo, ella se puede dar cuenta si está en una situación de violencia para que se salga de ahí, se da cuenta que es un futuro agresor”.
La comunidad en general debe de comprender que el feminicidio es un crimen violento hacia las mujeres y es la máxima expresión de violencia hacia la mujer, siendo que hay otras formas de violencia previas a la muerte, dijo Maltos.
“No es un problema político, es un problema técnico, hay que organizar a la gente para que haga lo que diga la ley, no tiene gran ciencia”.