Uno de los grandes retos que tienen los comerciantes es la innovación para seguir con sus ventas, hasta en la economía informal, que para proteger a sus clientes, mamá e hijo implementaron una medida para contener el Covid-19.
Con el fin de darse una ayuda en su economía, desde hace un par de años Herlinda Melchor y su hijo Enrique Camacho, venden tacos de guisado sobre la calzada Anáhuac, en la zona de Villas de Rey, al Sur de la ciudad.
Desde las 6:00 de la mañana instalan su hielera, su mesa y ahora, su más reciente adquisición, una estructura de tubo pvc, que hace las veces de una mampara, con plástico transparente, con el fin de atender a sus clientes y así mantener la sana distancia en tiempos del Covid-19.
Ataviados con su cubrebocas N-195, gel antibacterial, agua con cloro y agua enjabonada para su limpieza personal.
Los automóviles que circulan hacia el Norte sobre la citada vialidad, realizan lo que ya parece ser su parada habitual, llevándose sus tacos de guisado, claro, todos ellos de tortilla de harina.
Herlinda comentó que debido a la pandemia, dejaron de trabajar por dos meses, sin embargo, por la situación económica tan difícil, decidieron volver a la venta desde hace una semana, pero no les lo mismo, ya que debido a que no hay clases, no hay los mismos ingresos.
Enrique comentó que la idea de la mampara la tuvo un amigo de su hermano, que fue quien la construyó, es una medida de protección, para que los clientes se sientan más cómodos y no se estuviera tan expuesto, y la gente no estuviera tan cerca de la comida.
La inversión es de alrededor de mil pesos, sin embargo, es una medida de protección tanto para los clientes, como para ellos, y les ha permitido regresar a su actividad.
Expuso que su mamá es quien depende de este ingreso, ya que él tiene su trabajo aparte en un consultorio dental, pero aun así, la situación es difícil, por lo que todos los días luchan por salir adelante.