El rito de la imposición de la ceniza nos recuerda que polvo somos y en polvo nos convertiremos, y que si nos arrepentimos, la gracia infinita de Dios perdonará nuestros pecados, expresó el padre Ángel Rogelio Izaguirre Miranda, encargado de Catedral.Cientos de fieles católicos acudieron a Catedral, así como a las diferentes parroquias que pertenecen a la Diócesis de Mexicali, para recibir la imposición de la ceniza, y con ello, dar inicio a la cuaresma que concluye con el viernes de crucifixión, y el domingo de resurrección. Con la imposición de la ceniza da inicio la Cuaresma, la cual nos recuerda los 40 días en los que Jesucristo estuvo en el desierto, padeciendo, sintiendo hambre, y librándose de las tentaciones del maligno, comentó el padre Izaguirre Miranda.“Es la preparación que tenemos con algunas premisas de la iglesia nos manda o lo que tenemos la posibilidad, de la abstinencia y el ayuno, que son también hoy miércoles, los viernes cuaresmales y el viernes santo”.
El encargado de Catedral, comentó que la imposición de la ceniza también recuerda a dos versículos de la Biblia, el primero de ellos del Antiguo Testamento, que versa, “En polvo eres y en polvo te convertirás”, mientas que en el Nuevo Testamento se señala que “arrepiéntete y cree en el evangelio”.“La primeras es para recordar que nosotros no somos Dios, que tenemos debilidad, que tenemos fragilidad, que fuimos hechos de polvo, de ceniza, que son bendiciones de Dios, fuerza, habilidades, dones, pero tarde o temprano enfrentaremos a la muerte… por lo tanto, en cenizas nos convertiremos”.En el segundo versículo nos dice, “arrepiéntete”, con lo que recordamos que nos faltan muchos actos de amor para con nuestros hermanos, y con ello, buscamos comportarnos mejor día con día.
“Arrepintiéndonos creemos en el evangelio, ¿y qué es creer en el evangelio?, es creer en la misericordia infinita de Dios, que siempre, cuando hay arrepentimiento, todo lo perdona”.La ceniza Izaguirre Miranda explicó que la ceniza que se impone en la frente de los feligreses, es producto de la quema de los ramos del Domingo de Ramos, que ya están benditas, así como de algunos signos de la palabra, como las hojitas dominicales, o los misales de cada mes, o también algunos libros religiosos que ya no están en buen estado.Se queman estos materiales, se tritura muy bien la ceniza, y con esta realizan el rito sacramental de la imposición de ceniza, los miércoles como en este día.