Infuncional veda para salvar a la vaquita marina 

Desde que comenzó la suspensión de la captura del camarón en el 2015, muchos “hombres de mar” son perjudicados en su ingreso y la crisis económica aumenta 

Víctor Cubillas Z/Tribuna de San Luis

  · viernes 18 de octubre de 2019

Al menos 1 mil 290 hombres salían a atrapar el crustáceo en más de 430 pangas/FOTO VÍCTOR FÉLIX

Desde su implementación en el 2015, la veda a la pesca en el Alto Golfo de California ha sido cuestionada por la población del Golfo de Santa Clara, supuestamente tiene como objetivo preservar a la vaquita marina, sin embargo se han encontrado ejemplares de ese mamífero marino y se ha demostrado que se ha reducido en vez de crecer. El representante de las cooperativas, Carlos Tirado Pineda, declaró que los grupos ambientalistas pregonan que las artes de pesca utilizadas para esa actividad no son compatibles con el entorno marino y afectan seriamente al ecosistema.

“Nosotros usamos el chinchorro tradicional de línea, nosotros lo hemos dicho y este gobierno federal no sabe que nuestra arte de pesca no interactúa con la vaquita, está dicho por científicos y las mismas organizaciones ambientalistas que lo que lastima a la vaquita es la pesca furtiva de totoaba”. Agregó que si en realidad el arte de captura es furtivo, quiere decir que el que se dejó de usar en el 2015 (y hay posibilidad de retomarlo) no afecta al cetáceo.

Asimismo, dijo que lo que sí daña son las redes agalleras de totoaba, es decir que si el gobierno federal ha valorado la situación, les dará una salida con un arte de pesca compatible con la vaquita, es un punto a favor de los “hombres de mar”.

El precio está en 150 pesos el kilo, cuando debería estar por encima de 190 pesos por lo menos / CORTESÍA

“Creo que el ataque frontal de la Federación debe ser contra las artes de pesca que afectan a ese cetáceo y al final eso nos trae consecuencias al país y a nosotros por la presión internacional y cuidar el entorno ecológico”. Comentó que la finalidad de ellos como pescadores es volver al mar y cuidar que no haya problemas con la vaquita ni ninguna otra especie. Además, expresó que la idea es una sinergia entre el gobierno federal y los pescadores, para que haya actividad sin dañar la ecología. Indicó que si la veda hubiera funcionado, la población de las vaquitas creciera, pero según datos de las organizaciones ambientalistas no es así.

“La prueba es que había un programa de compensación y los datos que tenemos es que hay menos (vaquitas); los ambientalistas dicen que la administración anterior tenían que sacarnos del mar, la Federación sacar un nuevo arte de pesca, nosotros cumplir con el acuerdo correspondiente y las dependencias federales Conapesca, Inapesca, etcétera, tendría que cuidar del mar, porque no iba a haber nadie pescando”. Añadió que el problema es que nunca hubo control acerca de la pesca y menos de la furtiva, hay menos vaquitas.

“Eso quiere decir que nuestras artes de pesca, cuando estábamos fuera, no son las que afectan a dicha especie”.

NO HA SIDO LO ESPERADO

El 24 de septiembre los pescadores del Golfo de Santa Clara, al ver que el gobierno federal no les respondían, salieron a trabajar al mar, violando así la veda impuesta hace 4 años.

Pero los resultados han sido pobres, ya que en esa población pesquera había entre 550 a 600 toneladas de camarón en la temporada que comienza a fines de septiembre y finaliza a principios de marzo.

Otra de sus ventajas, al estar cerca de la frontera, es que el precio del producto quedara un poco más elevado y su mercado siempre fue Estados Unidos (alrededor de 90% de la producción se iba a ese lugar). Sin embargo, siempre se han respetado las vedas en el Golfo de Santa Clara y prueba está que cuando llega la temporada, se conseguían altos volúmenes de captura del crustáceo.

De acuerdo con información extraoficial, el arte de pesca que usan actualmente puede ser compatible con el medio ambiente, pero la captura de producto no ha sido la misma. El problema es que la autoridad expide los permisos para laborar, pero con las mismas artes que afectan el entorno ecológico.

Además, se quedaron con la sensación que el camarón atrapado en el Alto Golfo de California no pasa a Estados Unidos y ese es otro problema, encontrar mercado para la pesca. A la fecha se han expedido 430 permisos, pero tiene distinta vigencia, pues han sido dados en diferente año y con vigencia de dos a cuatro años.

MALOS RESULTADOS

Ahora apenas llegan a 30 ó40 kilos (promedio) por panga, lo que dificulta mucho a los pescadores en su labor de llevar sustento a sus hogares.

El precio del kilo de camarón ha sido un problema para los “hombres de mar”, puesto que ahora se encuentra en 150 pesos, cuando debería ser 190 pesos por lo menos.