Honra Baja California a “caballo” de José Alfredo

Arropa La Rumorosa al corcel blanco del corrido del cantautor mexicano en el kilómetro 54 de la cuesta descendiente

Érika Gallego | La Voz de la Frontera

  · sábado 18 de enero de 2020

José Alfredo Jiménez Gálvez, hijo menor del compositor y cantante, presente en el evento | Jorge Galindo

Con la mítica belleza que distingue a La Rumorosa, Baja California rinde homenaje a la memoria del cantautor mexicano José Alfredo Jiménez Sandoval, elevando un monumento al caballo blanco, que según el corrido del mismo nombre, subió a todo galope por la zona montañosa de esta región.

Se trata de la canción que el artista escribió en 1958 inspirado en una gira artística que lo llevó a recorrer el Pacífico mexicano, partiendo de Jalisco hasta llegar a la zona costa de Baja California a bordo de un automóvil.

La pieza musical que cobró fama en 1960 motivó a los artistas cachanillas Víctor Rodríguez Peña y Francisco Méndez Ferratt a diseñar una escultura del famoso caballo blanco que desde ayer captura miradas en el parador del kilómetro 57 en la cuesta descendiente de La Rumorosa.

La develación del monumento fue atestiguada por autoridades locales y estatales, pero especialmente por José Alfredo Jiménez Gálvez, hijo menor del cantante, quien se dijo emocionado de que la memoria de su padre siga viva en todos los rincones del país.

Me dicen que mi padre falleció en 1973, pero yo todavía no lo creo, hace poco ganó un Grammy y es porque la gente todavía lo tiene en el corazón y no lo va a soltar.

EL MITO

“Por Mexicali sintió que moría, subió paso a paso por La Rumorosa, llegando a Tijuana con la luz del día, cumplida su hazaña se fue a Rosarito y no quiso echarse hasta ver Ensenada”, es la estrofa con la que José Alfredo narró su paso por Baja California.

Tras ver develada la escultura, su hijo compartió a LA VOZ DE LA FRONTERA que fue él en realidad quien lo motivó a escribir la canción con la que además su padre hacía alusión a un automóvil Chrysler Imperial New Yorker 1955.

Yo tenía 2 años y era un niño enfermizo y llorón, mi papá me decía ¿a qué quieres que le componga una canción para que ya no llores? y le dije a mi cuaco, así él le hizo el corrido al coche.

Se cuenta además que en la canción, Jiménez Sandoval refleja los inconvenientes que sufrió en el trayecto de la gira y la canción se hizo tan popular que motivó la creación de una película que llevó el mismo nombre.