Mariano Castillo es un originario de Honduras que trabaja como auxiliar vial en la Zona Centro de esta ciudad, después de que llegara a la frontera de Mexicali con Calexico a través de “La Bestia”, como le llama la comunidad migrante al ferrocarril.
En entrevista con LA VOZ DE LA FRONTERA externó que en el viaje pasó muchas dificultades, como lidiar con el hambre, le robaron sus cosas, discriminación por su origen étnico y hasta acoso de las autoridades mexicanas, tanto policiales como migratorias. Mientras laboraba, recuerda que un policía le dijo que si lo volvía a ver lavando carros lo detendría, sin embargo él le reiteró que velar por los vehículos que transitan por ahí es un trabajo noble y digno.
Al tener pocos recursos para salir adelante, las personas le sugirieron que se presentará con el señor Jesús Granados, un conocido comerciante, quien lo ha ayudado a salir adelante. Mariano pidió a las autoridades pongan más orden en el tema de migración, toda vez que no se toma en cuenta “a los que no son de aquí” como humanos.