Conforme pasó el tiempo, la zona fue creciendo y a raíz de eso surgieron colonias aledañas como: Pioneros de la Progreso, Rivera de la Progreso, Jardínes de la Progreso; Progreso Cucapah, Santa Rosa, Coronitas, fraccionamiento Valle del Progreso, fraccionamiento Villas de Alarcón I y II, ejido Heriberto Jara, Zaragoza y ejido Reacomodo.
En el marco del 98 aniversario de la colonia Progreso o coloquialmente conocida por algunos pioneros, como “El 4”, se realizó una serie de entrevistas a residentes con más de 40 años de vivir en la zona y compartieron información muy valiosa sobre los inicios del lugar.
El residente David Sandoval Oceguera con 85 años de edad, nació en 1938, mencionó que durante su niñez vivió por las parcelas, sus padres a cierta hora de la tarde y sobre todo en verano, los encerraban dentro de sus casas porque había mucho mosquito, ya que todo a su alrededor eran cosechas de algodón.
“Eran muy pocas casas las que habían, en aquellos años estaban elaboradas de cachanilla, mis padres se las ingeniaban para poder hacer una puerta”, aclaró.
Entre los factores negativos; no contaban con un sistema de alumbrado público, las mujeres que iban a tener a sus bebés; no acudían a los hospitales porque quedaban muy lejos y no tenían la opción para transportarse.
Detalló que había un aproximado de ocho casas ubicadas sobre carretera Santa Isabel entre calle Benito Juárez hasta llegar a la avenida Adolfo López Mateos, ya estaba la Casa de la Cultura y la Escuela Primaria Ángel Ande, en la que estudió y que aún se encuentra activa, en aquellos años no había transporte por ende debía caminar al igual que los demás estudiantes.
Fue en el año 1955 cuando se cambió unas cuadras atrás, exactamente frente a la iglesia San Isidro Labrador, esto debido a que se trató de la primera zona con energía eléctrica y una vez que activaron el servicio, se empezó a poblar la zona.
Cuando creció se dedicó a la cosecha de algodón, al principio no había tractocamiones, sólo trailers para la cosecha, después de varios años pudo comprarse un tractocamión, explicó que le costó 4 mil pesos y aunque ya no se dedica a ello, todavía conserva el medio de transporte que utilizaba para pasearse.
La razón por la que dejó de trabajar como agricultor fue porque con el tiempo se fueron perdiendo los sembradíos y empezó a poblarse más la zona.
Músico de los Joker’s de Mexicali
El músico Román Rodríguez Manzo tiene 68 años de edad y al estar compartiendo las memorias de su juventud, recordó que en aquellos años era muy común nombrar a la colonia como “El 4”, eso se debe al canal número 4 que cruza por el lugar. “Cuando alguien de fuera venía hacia la zona, decían que iban al cuatro, era muy poco común llamarle por su nombre actual”, mencionó.
Durante su niñez vivió en casa de sus padres, estaba ubicada frente a carretera Mexicali - Tijuana, ahora es una pizzería y al costado de esa zona, se encontraba un consultorio médico, detalló que había muy pocos comercios en el lugar; todo era sembradío de algodón.
“Recuerdo que habían pequeños barrios, uno de ellos se llamaba La Bolsa y el otro La Mezquitera, éramos los que teníamos poco recurso económico, el tercero lo nombramos Los Cremas, ese era el grupo de agricultores que tenían dinero”.
Es integrante del primer grupo musical que se formó en la zona, nombrado “Los Joker’s de Mexicali”, actualmente cumple 51 años de trayectoria y debido a todas sus experiencias al presenciar la evolución de la colonia contrató a un compositor para que le escribiera una canción a la delegación para que él pudiera interpretarla.
“Yo crecí aquí en esta colonia, me nació tener una canción para el lugar que me vio crecer, busqué al compositor y empecé a platicarle un poco de la historia, sobre la marcha fue escribiendo hasta que la letra quedó terminada, narra sobre la escuela secundaria a la que asistí y los maestros, la iglesia católica y la cooperativa que ahora es la casa de la cultura”, detalló.
Decidió que el nombre de esas edificaciones estuvieran en la canción porque fueron de los principales cimientos en la zona y sobre todo, le generan recuerdos de su niñez y juventud.
Él y sus compañeros fueron la primera generación de graduados en la Escuela Secundaria Belisario Dominguez Número 22, en aquellos tiempos, estaba ubicada sobre carretera Progreso - Santa Isabel y avenida Adolfo López Mateos, actualmente es una zona abandonada. Años después la cambiaron hacia la calle Abelardo L Rodriguez y avenida Sinaloa, conserva el mismo nombre a diferencia del número que cambió a 39.
El grupo musical fue muy conocido en toda la zona poniente de la ciudad, tanto que participaba cada año en eventos, por ejemplo, para el 31 de diciembre tocaba frente al parque ubicado sobre calle Miguel Hidalgo y Costilla y avenida Adolfo López Mateos.
Cada 16 de septiembre realizaba un concierto en el campo de softbol Pioneros de la Progreso, hace siete años recibió un reconocimiento por parte de la delegación.
Abarrotes “La Reyna”
Fue en 1988 cuando Reyna Ledezma estableció su abarrotes frente a carretera Mexicali - Tijuana, anterior a ello fue un consultorio médico, recordó que cuando llegó no había muchas casas a su alrededor, estaba una iglesia apostólica y católica.
También había un abarrotes en la pura esquina, dijo que en la tiendita podía recibir su correo ya que constantemente utilizaba el servicio para mandar mensajes a sus familiares.
Conforme pasaron los años se dio cuenta de que la zona iba poblándose más, aunque actualmente continúa estancada, pide que pavimenten vialidades principales ya que en cada lluvia, varios vehículos quedan atorados en los charcos.
Dice desconocer mucho sobre las actividades que se realizan en la zona, ya que por muchos años siempre estuvo al frente de su negocio, gran parte de las horas diarias estaba encerrada en el local durante los siete días de la semana, agradeció a quienes acuden a su comercio y la apoyan al comprar.
Escuela Primaria Ángel Ande
La escuela primaria fue inaugurada el 15 de septiembre de 1925, va a cumplir 98 años al igual que la colonia Progreso, está ubicada en calle Miguel Hidalgo y Costilla y avenida Adolfo López Mateos, así lo compartió el actual director de la institución Russell Javier Azcorra Marin.
Durante los inicios de esta escuela primaria fue nombrada como Progreso, su estructura era una especie de U en color blanco, en el centro un asta bandera, la fachada pareciera que fuera una hacienda, algo muy similar a lo que ahora es la Casa de la Cultura, la inversión fue de 50 mil 532 pesos.
Al inaugurarse la escuela contaba con edificios de concreto y cuatro aulas, oficina para el director, un gran salón de actos cívicos, amplios corredores y un cuarto adicional en el que se guardaban diversos utensilios y trabajo de los alumnos; al costado sur estaban los depósitos de agua, sanitarios, baños de regadera con su fosa séptica; de lado norte se sembraban hortalizas y el espacio restante lo ocupan canchas de voleibol y tenis.
La escuela tuvo durante su primer ciclo escolar 1925 - 1926 al docente Ángel Ande respaldado por cuatro maestros de grupo, uno de música e intendente.
El trabajo que realizó el maestro durante los cinco años que duró su cargo, fue ejemplar, no solo en el aspecto académico sino social. Estableció una escuela, algunos talleres y asesoró a pobladores en diversos problemas, además integró una orquesta juvenil, es por ello el cambio de nombre de la institución.
Casa de la Cultura
El edificio que en la actualidad ocupa la Casa de la Cultura “Progreso” dependiente del Instituto Municipal de Arte y Cultura, fue levantado originalmente de concreto en al año 1925, en ese tiempo fue donado por el Gobierno de Baja California a la Sociedad Cooperativa para que se instalaran ahí las oficinas administrativas y el almacén general.
En la planta baja estaba la oficina del gerente, el departamento de contabilidad y la tienda, existía además el almacén para guardar insumos agrícolas, medicinas, comestibles y refacciones.
En la planta alta se encontraba un amplio salón de sesiones usado también para los memorables bailes amenizados por las orquestas más importantes de Mexicali.
También fue estación de bomberos, estación de policía, oficinas de la delegación, hasta en el año 2016 pasó a ser lo que hoy es casa de la cultura.