Debido a que el ex gobernador Jaime Bonilla Valdez rompió un contrato firmado en la época de su antecesor e incumplió el que realizó él mismo, ahora se paga más del doble por consumo energía eléctrica en el acueducto, ya que han tenido que recurrir al esquema de “último recurso” de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Lo anterior lo manifestó el secretario de Hacienda del gobierno del estado, Marco Antonio Moreno Mexía, al acudir como invitado especial a la reunión de ayer del Grupo Madrugadores de Mexicali.
RECUENTO
Expuso que el panista Francisco Vega de Lamadrid (2013-2019), firmó un contrato con la empresa Sumex, el cual fue desconocido por su sucesor, el morenista Bonilla Valdez (2019-2021).
Lo anterior ocasionó que de pagar 800 millones de pesos anuales por consumo de energía eléctrica del acueducto Río Colorado-Tijuana, ahora, a la CFE se le cubra al año más de 1 mil 600 millones de pesos.
A Sumex se le pagaba a 1.36 pesos por kw (kilowatt), más el costo del protocolo, mientras que a la CFE se le paga a más de 2.50 pesos por kw, por lo que es un costo excedente brutal.
Al final de la administración de Bonilla Valdez ocurrió un hecho insólito, la CFE cortó el suministro de energía eléctrica al acueducto por falta de pago, situación que duró unos días y puso en riesgo la dotación de agua a los municipios de la Zona Costa del estado.
Moreno Mexía comentó que se encuentran en la ruta de salir del esquema del “último recurso” de la CFE y firmar un contrato con un nuevo proveedor privado que suministre energía eléctrica al acueducto, en mucho mejores condiciones de pago.
Destacó que en el marco de la discusión de la reforma eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la que se impone a CFE en el mercado eléctrico, limitando la participación de los privados, se harán las cosas de manera correcta, tramitando todos los permisos federales.
“El suministro de energía eléctrica fue un tema que se manejó de muy mala manera por parte de la administración anterior, ellos llegaron y había un contrato de suministro habilitado con una empresa, contrato que dejó la administración previa a 15 años en determinadas condiciones.
“Llegaron y se cambiaron de ese contrato a uno con otra empresa privada, dejando un pasivo con el primer suministrador y desatendiendo condiciones contractuales establecidas previamente.
“Un contrato en México tiene garantías, cuando no eres alguien que respete los acuerdos contractuales, estás sujeto a condiciones que puedan ser más costosas a la entidad contratante en el futuro.
“Se van a un nuevo contrato de suministro a una nueva empresa privada, con mayor costo, dejando un pasivo también muy importante sin pagar con la segunda empresa. Después de pagar a esta segunda empresa, se regresan de manera forzada a la Comisión Federal de Electricidad.
“La Comisión Federal de Electricidad deja a la CEA (Comisión Estatal del Agua) en una condición de contratación de último recurso, que es el peor escenario de costo para el estado, en ese escenario estamos actualmente.
“Por eso a partir de noviembre, cuando entramos en funciones, hemos estado buscando salirnos lo antes posible de este nivel de costo que es brutal”.
Hay un avance significativo para cambiar de proveedor a uno privado, pero primero tienen que habilitar el proceso de salida de la CFE, para entonces buscar un acuerdo justo y razonable con una empresa privada.
EL RESTO
Moreno Mexía comentó que el pasivo que tiene el gobierno del estado es de 30 mil millones de pesos y el 50% de este monto es deuda de largo plazo, mientras que la otra mitad es adeudo a maestros, burócratas, pago a proveedores y otros.
MALGASTAN ERARIO
El gobierno del estado ha malgastado el dinero de los bajacalifornianos con cada nuevo contrato que firma con un nuevo suministrador de energía para el acueducto; el colmo fue llegar a pagar la tarifa de luz más cara de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en su esquema de último recurso.
Alberto Sánchez Torres, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) de Mexicali, mencionó que en la pasada administración estatal permitió llegar a la tarifa de último recurso, que no es otra cosa que no tener un contrato con un suministrador a un precio establecido y con lo que la CFE cobra la tarifa más cara de las más caras.
Cuando el gobierno de Bonilla Valdez cambió de suministrador de energía, de Sumex a Orca, las condiciones no fueron para mejorar, según lo analizado con la poca información que les proporcionan, pero se han dado cuenta que esos acuerdos no son convenientes para los bajacalifornianos.