Hasta las fronteras de Baja California cada año llegan niños tanto mexicanos como extranjeros que al igual que los adultos persiguen el sueño americano y muchos de ellos lo hacen acompañados de los traficantes de personas en lugar de sus padres.
Este fenómeno se ha disparado en los últimos seis meses del año con el rescate de 1 mil 375 menores migrantes no acompañados, cifra que rebasa a los que fueron atendidos el año pasado en Mexicali y Tijuana. En el caso de los mexicanos que son asegurados en Estados Unidos, tras ser detectados por la autoridad migratoria, los pequeños migrantes son retornados al país y entregados en custodia al DIF estatal que inicia la búsqueda de los familiares que en muchos casos los enviaron solos para atravesar la frontera.
Brenda Ruacho de Vega, presidenta de la institución, precisó que los menores son ingresados a un albergue especializado y hasta el 60% de ellos en cuestión de horas, logran reunirse con sus padres. “En cuanto a los mexicanos, a la hora de deportarlos lo hacen separando al adulto del menor, en ocasiones el adulto está libre y solo espera a que pongan al niño a disposición de migración mexicana, nosotros hacemos la identificación del parentesco y los podemos reintegrar”.
En otros casos la reintegración es compleja, especialmente cuando se trata de niños extranjeros cuyos padres se encuentran lejos o en algunos casos dentro de los Estados Unidos. “Ha estado aumentando el número de niños migrantes no acompañados, hemos atendido niños de Guatemala, El Salvador, Honduras, India, Inglaterra, Brasil, Italia, Filipinas, Perú e Irak”.
Ruacho de Vega detalló que en el 2017 los albergues del DIF estatal en Mexicali y Tijuana recibieron a 875 niños migrantes, para el 2018 la cifra aumentó a 1 mil 487 y en los primeros seis meses de este año ya suman 1 mil 357 casos.